La marcha ha contado con destacados dirigentes del entorno de Batasuna, como Tasio Erkizia, Marian Beitialarrangoitia o Niko Moreno, de Eusko Alkartasuna, encabezados por su secretario general Pello Urizar, de Alternatiba con su portavoz Oskar Matute al frente, y de Aralar, comandados por su coordinador Patxi Zabaleta, así como de representantes del recién creado Sortu. Esta vez no acudieron Ezker Batua y el PNV.
Tras una pancarta con el lema "Normalización para Euskal herria. Legalización ya", miles de personas recorrieron desde las cinco y media de la tarde las calles de Bilbao.
A las seis y media de la tarde, la cabecera de la marcha ha llegado al Ayuntamiento bilbaíno donde Maider Karrera en euskera y Mikel Totorika en castellano han leído un comunicado en el que han exigido un cambio de postura del Gobierno para que se respeten "todos los derechos políticos" y al que ha acusado de intentar "inculcar la desesperanza, negando el propio proceso abierto en Euskal Herria".
"El Estado español no quiere dar pasos en la resolución del conflicto, no quiere respetar los derechos fundamentales y civiles, a pesar de que lo reclama la gran mayoría de la sociedad vasca", dijeron en un manifiesto que volvió a hablar de torturas y que reclamó el acercamiento de los presos de ETA. No hubo petición para que la banda terrorista se disuelva.