L D (EFE) La marcha de San Gil y el viraje estratégico del PP vasco, plasmado en su ponencia política, ya han provocado las primeras baja en sus filas. Altuna ha hecho pública su dimisión a través de una carta abierta dirigida a la aún presidenta del PP vasco, María San Gil, a la que agradece su labor y su decisión de abandonar la primera fila del partido después de comprobar que el líder nacional, Mariano Rajoy, "no merecía su confianza".
En su misiva, Altuna sostiene que la política es "ingrata", ya que hay "muy pocas personas íntegras" como San Gil, Regina Otaola o Carmen Rubio, "quienes están en política para defender lo que siempre han constituido los principios del PP y no para trepar u obtener beneficios".
"María, has tenido que oír y oirás palabras y verás gestos que te helarán la sangre por parte de personas de corazón de hielo a las que, debido a tu incapacidad para concebir la traición y la falsedad, considerabas tus amigos y compañeros", sostiene la carta.
Altuna lamenta que los "leales" a María San Gil sean denominados ahora "sector crítico", aunque admite que seguirá siendo "enormemente crítico con los responsables de la actual deriva a la que quieren conducir el partido".
"Quienes llevamos durante años jugándonos diariamente la vida en el País Vasco por defender los principios que siempre han constituido el PP, los que durante tantos años, especialmente tú, hemos padecido persecución, incomprensión y desprecio, no lo hemos hecho para culminar esta andadura lanzando guiños a los responsables y cómplices de nuestra situación: los nacionalistas", argumenta.
Altuna considera "incalificable" que en el PP vasco exista un sector que "por puro pragmatismo o por otro tipo de intereses" apueste por "esa ignominia".
Este cargo del PP guipuzcoano ha comunicado hoy telefónicamente su decisión a la presidenta del partido en esta provincia, María José Usandizaga.
En su misiva, Altuna sostiene que la política es "ingrata", ya que hay "muy pocas personas íntegras" como San Gil, Regina Otaola o Carmen Rubio, "quienes están en política para defender lo que siempre han constituido los principios del PP y no para trepar u obtener beneficios".
"María, has tenido que oír y oirás palabras y verás gestos que te helarán la sangre por parte de personas de corazón de hielo a las que, debido a tu incapacidad para concebir la traición y la falsedad, considerabas tus amigos y compañeros", sostiene la carta.
Altuna lamenta que los "leales" a María San Gil sean denominados ahora "sector crítico", aunque admite que seguirá siendo "enormemente crítico con los responsables de la actual deriva a la que quieren conducir el partido".
"Quienes llevamos durante años jugándonos diariamente la vida en el País Vasco por defender los principios que siempre han constituido el PP, los que durante tantos años, especialmente tú, hemos padecido persecución, incomprensión y desprecio, no lo hemos hecho para culminar esta andadura lanzando guiños a los responsables y cómplices de nuestra situación: los nacionalistas", argumenta.
Altuna considera "incalificable" que en el PP vasco exista un sector que "por puro pragmatismo o por otro tipo de intereses" apueste por "esa ignominia".
Este cargo del PP guipuzcoano ha comunicado hoy telefónicamente su decisión a la presidenta del partido en esta provincia, María José Usandizaga.
Carmen Rubio, también se marcha
Horas antes, Carmen Rubio, concejal del PP en el ayuntamiento de San Sebastián, había hecho pública a través de una carta su dimisión como cargo público de la formación popular. En una carta titulada "Gracias, María", Carmen Rubio, una de las seis ediles con que cuenta el PP en la capital donostiarra, desgranó las razones de su dimisión. "María, no quiero y no puedo dejarte sola. He estado durante tu liderazgo, luchado a tu lado por mis ideales y en defensa de los principios que comparto contigo, y que son la idea de España como una gran nación, la familia, la libertad y la justicia. Pero sin complejos y con mayúsculas. Sin cambiar el discurso porque ya estábamos en el centro y sin pedir perdón por ser coherentes y firmes", destaca la concejal.
Precisa, por ello, que no le "resulta fácil formar parte de otro equipo", el que "ha triturado" a San Gil. "El que va de simpático, porque la política no es eso. Por eso lo dejo", indica.
Carmen Rubio, de 62 años, vinculada a la UCD en la transición, posteriormente al Partido de la Democracia Cristiana (PDP) y al PP desde sus inicios en 1989, donde ocupó cargos internos hasta que se incorporó al proyecto de María San Gil en el Ayuntamiento de San Sebastián, denuncia en su carta lo ocurrido el pasado 19 de mayo en la Junta Directiva Regional en la que la entonces presidenta de los populares vascos reiteró su "quiebra de confianza" en Mariano Rajoy. "Los reunió, habló claro como siempre hizo, pero por lo visto los pobres no entendían nada o no quisieron entenderle. Fue kafkiano. No cabe más bajeza ni cinismo más feroz", apunta.
La concejal denuncia además "la envidia y la ambición" que rodeaban a la ex líder popular y pone de relieve que "la ponencia política fue la excusa" y que a partir de ahí "empezaron las mentiras, las descalificaciones, las alusiones a la enfermedad que llevó con tanta valentía...¡Incluso intentaron hacerla pasar por una caricatura del franquismo! ¡A una luchadora por las libertades como ella!".
"Lección de coherencia, honradez y generosidad"
Ensalza las decisiones adoptadas por San Gil de no presentarse a la reelección y abandonar la política por "ser fiel a sus creencias" y por no querer "venderse" a pesar de que "la carrera política que le esperaba era brillante". Carmen Rubio agradece a María San Gil esta "lección de coherencia, honradez y generosidad" así como el ser "tan persona" que ni contesta "a las provocaciones. Algunos, los que más cerca tenías, por la noche sentirán vergüenza", concluye la carta.
Fuentes del PP de Guipúzcoa han señalado que Carmen Rubio ya ha comunicado su decisión a la presidenta del partido en este territorio, María José Usandizaga, que ha justificado por "motivos personales" y han precisado que trabajan ya en su sustitución, aunque la dimisión previsiblemente no se hará efectiva hasta septiembre ya que el procedimiento lleva su tiempo.