Este viernes han continuado las declaraciones de testigos en la causa abierta contra el que fuera comisario jefe de los Tedax y la perito químico de su Unidad. Por el Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid han testificado el ex subdirector operativo de la Policía Nacional, Pedro Díaz Pintado, y el perito químico, Manuel Escribano.
El resto de las declaraciones previstas, de más miembros de los Tedax y algunos peritos –entre ellos la del químico Antonio Iglesias–, han quedado aplazadas con fecha aún por determinar.
Las dos declaraciones de este viernes han avalado los motivos que a la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M llevaron a querellarse contra Juan Jesús Sánchez Manzano: falso testimonio, omisión del deber de perseguir delitos y encubrimiento por ocultación de pruebas.
Como ya señaló durante el juicio por el 11-M, el ex subdirector operativo de la Policía, superior de Sánchez Manzano, ha dicho este viernes ante la juez que los Tedax tienen la obligación de enviar los vestigios recogidos de un atentado al laboratorio de la Policía Científica. Los artificieros tienen que saber cómo está compuesto un explosivo para poder desactivarlo, pero no son expertos en análisis. Su laboratorio es pequeño y sirve para obtener unos resultados con rapidez que ayuden a la Policía a orientar sus investigaciones. Pero es en el laboratorio de la Científica, más equipado y con más medios humanos y materiales, donde se llevan a cabo los análisis.
Juan Jesús Sánchez Manzano dijo ante el tribunal que juzgó la masacre que los Tedax nunca habían enviado vestigios a la Científica, a pesar de había multitud de oficios, firmados muchos de ellos por él mismo. Ya en el Juzgado de Instrucción se desmintió a sí mismo e indicó que lo que él quiso decir es que eran excepcionales los casos en que esto se hacía. Pero una de las cosas más sorprendentes que dijo Manzano el pasado martes es que si sólo llegaron 23 muestras de los 12 focos de explosión a la Audiencia Nacional fue porque los Tedax las destruyeron.
No se elimina nada sin autorización judicial
Díaz Pintado ha confirmado lo que ya habían hecho dos días antes varios Tedax: nunca se elimina ningún resto de la escena de un crimen sin autorización judicial. El ex subdirector operativo de la Policía ha recordado además que desde RENFE le preguntaron qué hacían con los vagones siniestrados. ¿Los desguazaban?, ¿los llevaban a alguna parte? La respuesta de Pintado fue clara: sin autorización judicial no se hace nada. Es por ello que ha dicho que se pidió autorización a Del Olmo para desguazar los vagones.
Sin embargo, la autorización del juez Juan del Olmo no existe. No ordenó su destrucción, si bien tampoco ordenó a RENFE su conservación para investigaciones posteriores.
Manzano reconoció, ante la juez de Instrucción, que los Tedax se deshicieron de cientos y cientos de vestigios porque, dijo, se consideraron "objetos" en lugar de "muestras".
El laboratorio de la Científica esperó la llegada de muestras
Por su parte, el químico Manuel Escribano, que fue el jefe de los peritos en el caso del bórico, también ha confirmado que el modo de proceder habitual es que los Tedax, después de unos rápidos primeros análisis, envíen las muestras al laboratorio de la Policía Científica. Por eso, ha dicho, los días 11 y 12 de marzo en el laboratorio estaba todo preparado para recibir las muestras de explosivo del mayor atentando terrorista de la historia de España. Algo que nunca ocurrió.