Detenidos cuatro terroristas de ETA en Vizcaya
Nuevo golpe policial contra ETA. Agentes de la Guardia Civil detuvieron la madrugada de este martes a cuatro terroristas que conformaban un grupo etarra no fichado por las Fuerzas de Seguridad. Las detenciones se llevaron a cabo de manera coordinada en Bilbao y la localidad vizcaína de Galdácano.
En la capital vizcaína fueron arrestados tres de ellos. Exactamente, la pareja conformada por Iñigo Zapirain Romano, de 34 años, y Beatriz Etxebarría Caballero, de 33 años de edad; y Lorena López Díez, de 31 años. El cuarto detenido, en la localidad de la comarca del Gran Bilbao, fue Daniel Pastor Alonso, de 37 años. Ninguno de los cuatro contaba con ningún tipo de antecedente penal.
Tras las detenciones, llegó el turno de los registros en varios inmuebles relacionados con los detenidos. Así, en la vivienda de Zapirarin y Etxebarria –que trabajaba en una herriko-taberna– en Bilbao se encontraron explosivos y materiales para la fabricación de bombas, y en la de López una pistola en la mesilla de noche, aunque el mayor arsenal se encontró en un local que pertenece a familiares de Pastor, en el que había casi 200 kilos de material explosivo camuflado en bidones.
En total, según datos del ministerio del Interior a los que tuvo acceso Libertad Digital, se localizaron entre todos los registros 180 kilos de nitrato amónico, 15 litros de nitrometano, un subfusil MAT con dos cargadores, una pistola Browning con dos cargadores, un revólver Smith Wesson calibre 38 con munición –que podría pertenecer a la partido robada en Vauvert (Francia) durante la primera parte de la negociación Gobierno-ETA–, varios tupper para la confección de artefactos tipo lapa, varias ollas para confección artefactos explosivos, cordón detonante, temporizadores con anagrama ETA, dos placas matrícula vírgenes, radiomandos y emisores de radio-control, y documentación falsa de la Ertzaintza y del Ejército de Tierra (permiso de conducir, DNI y TIM).
Los agentes de la Guardia Civil sospechan que los cuatro detenidos podrían ser los autores del asesinato de Eduardo Antonio Puelles García, inspector de la Brigada de Información de la Policía Nacional en Bilbao, al que ETA colocó una bomba-lapa en los bajo de su vehículo el 19 de junio de 2009. Precisamente, las primeras investigaciones de aquel atentado apuntaban a que los autores podrían ser un grupo de terroristas no fichados por las Fuerzas de Seguridad.
Del mismo modo, se investiga ya la posible implicación de los cuatro detenidos en varios atentados perpetrados por ETA en los últimos años en Vizcaya y territorios limítrofes y cuya autoría todavía no ha podido ser esclarecida. Entre estos atentados, se encuentran, la explosión de una furgoneta-bomba frente a la casa-cuartel de Burgos, que causó más de 60 heridos el 29 de julio de 2009; la explosión de un artefacto explosivo junto a un repetidos en la localidad cántabra de Guriezo; la bomba-lapa colocada en los bajos del vehículo del escolta Gabriel Ginés en Bilbao el 9 de octubre de 2007; la bomba colocada en la Casa del Pueblo del PSE en el barrio de La Peña de Bilbao en abril de 2008; o la bomba-lapa colocada en los bajos del coche de un policía nacional destinado en la capital vizcaína y que no llegó a estallar.
Rubalcaba pide prudencia
El ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba valoró con satisfacción el arresto de este grupo de ETA y pidió prudencia a la hora de atribuirle acciones terroristas concretas. De esta forma, evitó explicar si los detenidos se encuentran detrás del atentado que acabó con la vida de Eduardo Puelles, tal y como sospechan las Fuerzas de Seguridad del Estado, y se limitó a decir que a raíz de esta operación se van a intentar "esclarecer atentados en la zona de Vizcaya y sus alrededores y que hasta ahora no tienen autor conocido".
Rubalcaba pidió prudencia a los periodistas ya que "estamos al comienzo" de una "investigación de gran trascendencia". El ministro explicóque se tuvo conocimiento de la existencia de este grupo etarra hace unos meses, si bien ha confirmado que el origen de la operación parte de la documentación incautada en la detención del que fuera jefe de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina Txeroki, que tuvo lugar el 17 de noviembre de 2008, y de su sucesor Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe Ata, detenido el pasado 20 de mayo de 2010.
La información incautada, que llegó a manos de la Guardia Civil tras las detenciones de la Policía gala, ponía de manifiesto la existencia de un grupo de etarras no fichados por las Fuerzas de Seguridad que operaba en Vizcaya y alrededores, los cuales habían mantenido contactos orgánicos en diversas ocasiones con los responsables de los grupos de ETA.
Asimismo, Rubalcaba no desaprovechó la ocasión para señalar que este golpe a ETA demuestra que la política antiterrorista del Ejecutivo "no ha cambiado". "Ésta es la prueba del nueve y es así por que ETA no ha dejado la violencia y mientras no lo haga la Guardia Civil y la Policía seguirán deteniendo hasta que el final de ETA sea definitivo", recalcó.
Sobre el hecho de que la banda criminal tuviese 200 kilos de explosivos cuando se encuentra en un periodo de tregua,el titular de Interior zanjó el asunto con la siguiente explicación: "Es fácil de entender. Hay unos presuntos miembros de ETA que tienen dinamita en su casa y hay una serie de atentados sin esclarecer. El resultado para la Guardia Civil y la Policía es la detención y puesta a disposición de la autoridad judicial".