L D (Agencias) Pasadas las cuatro de la tarde, una llamada en nombre de ETA realizada la diario Berria alertaba de la colocación de los artefactos explosivos en sendas torretas de Red Eléctrica Española en Behobia (Guipúzcoa) y Bujaruelo (Huesca).
Tras tener conocimiento de la llamada, la Ertzaintza procedió a rastrear la zona comprendida entre la N-121 y la A-8, a la altura de Behobia y cortó la A-8, entre el peaje de Behobia y la frontera francesa, después de localizar un paquete sospechoso.
A las seis menos cuarto de la tarde, la Unidad de Explosivos desactivo el artefacto que contenía explosivos, cuya cantidad y composición analiza la Ertzaintza. Posteriormente, constató que ETA había colocado otras tres bombas, que ya habían estallado aunque los agentes no han podido precisar cuándo. Estaban en los cuatro puntos de apoyo de la torreta, al igual que las que estallaron el pasado día 15, también en Irún. Dos de las tres bombas causaron daños, aunque no importantes, en la base de esta instalación de la Red Eléctrica Española.
El cuarto artefacto que pudo ser desactivado contenía dos kilos de cloratita, reforzada con titadine, además de un detonador, según ha informado el departamento vasco de Interior. Las de mediados de mes contenían entre medio y un kilo de amonal, explosivo similar al utilizado por ETA en su campaña de atentados de este verano en la costa cantábrica y en Galicia.
El cuarto artefacto que pudo ser desactivado contenía dos kilos de cloratita, reforzada con titadine, además de un detonador, según ha informado el departamento vasco de Interior. Las de mediados de mes contenían entre medio y un kilo de amonal, explosivo similar al utilizado por ETA en su campaña de atentados de este verano en la costa cantábrica y en Galicia.