L D (EFE) El juez Del Olmo ha prohibido a Sabagh abandonar el territorio nacional y le obliga a comparecer todas las semanas en el juzgado más próximo a su domicilio. Las diligencias de investigación practicadas en los últimos días no han arrojado resultados sobre a su posible implicación en el 11-M. Durante su declaración, Sabagh reconoció que facilitó sus números de teléfono al argelino Allekema Lamari, de quien se sospecha que puede ser el séptimo suicida de Leganés, y que por este motivo esos números pudieron aparecer en el Skoda localizado el pasado 13 de junio en Alcalá de Henares, el segundo coche del 11-M.
El pasado lunes, Del Olmo prorrogó por 72 horas la detención judicial de Sabagh a la espera de confirmar algunos extremos de su declaración, como el relativo al motivo por el que sus huellas dactilares aparecían en un libro de rezos coránicos encontrado entre los escombros del piso de Leganés (Madrid) en el que el pasado 3 de abril se suicidaron siete terroristas islamistas.
El ciudadano sirio dijo haber enviado el libro en 1998 al argelino Allekema Lamari a la cárcel en la que éste cumplía prisión preventiva acusado de pertenecer al Grupo Islámico Armado (GIA), y añadió que si sus huellas permanecían en el texto seis años después era porque regenta un asador de pollos y la grasa acumulada en sus dedos hace sus impresiones dactilares más duraderas.
La Policía, a petición de la fiscal Olga Sánchez, ha tratado de confirmar esta afirmación, pero las pruebas practicadas no han arrojado ningún resultado concluyente.
Tampoco las diligencias practicadas acerca de las anotaciones encontradas en el vehículo Skoda Fabia localizado el pasado 13 de junio en Alcalá de Henares (Madrid), en las que figuraban los números de teléfono fijo y móvil de Sabagh, han permitido acreditar la participación de éste en los atentados. Sabagh declaró que había facilitado sus teléfonos a Lamari, del que se sospecha que puede ser el séptimo suicida de Leganés, aún sin identificar.
La Policía, a petición de la fiscal Olga Sánchez, ha tratado de confirmar esta afirmación, pero las pruebas practicadas no han arrojado ningún resultado concluyente.
Tampoco las diligencias practicadas acerca de las anotaciones encontradas en el vehículo Skoda Fabia localizado el pasado 13 de junio en Alcalá de Henares (Madrid), en las que figuraban los números de teléfono fijo y móvil de Sabagh, han permitido acreditar la participación de éste en los atentados. Sabagh declaró que había facilitado sus teléfonos a Lamari, del que se sospecha que puede ser el séptimo suicida de Leganés, aún sin identificar.
Nuevo interrogatorio a Zouhier
Este jueves, el magistrado Del Olmo ha vuelto a interrogar a Rafá Zouhier, que se ha ratificado en que avisó a la Guardia Civil de que en Asturias se preparaba una operación de venta de explosivos.
Tal y como hizo saber por carta a la comisión, el confidente que está en prisión por los atentados del 11 de marzo ha insistido en que sabe "mucho" de los asturianos implicados en la venta de los explosivos que se utilizaron para la matanza y que alertó de sus movimientos a los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
El confidente, que en anteriores comparecencias ha reconocido que nunca transmitió información alguna sobre preparativos relativo a los atentados del 11 de marzo, obtuvo incluso muestras de los detonadores y de la dinamita, llegando a resultar herido en octubre de 2002 cuando manejaba uno de los detonadores.
Del Olmo ha comprobado, gracias en parte a la declaración que prestó una ex novia de Zouhier, que el marroquí fue atendido de las heridas sufridas entonces cuando acudió a un hospital madrileño después de recibir una puñalada en un brazo a las puertas de una discoteca.
Del Olmo ha comprobado, gracias en parte a la declaración que prestó una ex novia de Zouhier, que el marroquí fue atendido de las heridas sufridas entonces cuando acudió a un hospital madrileño después de recibir una puñalada en un brazo a las puertas de una discoteca.