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De la Vega apela a la "discreción" y se limita a decir que Zapatero e Ibarretxe "hicieron planteamientos generales"

La vicepresidenta del Gobierno no ha arrojado más luz sobre la reunión sorpresa entre Zapatero e Ibarretxe. Mientras el lehendakari insiste en dialogar, De la Vega ha evitado comentar sus declaraciones con un genérico "con violencia no hay diálogo". "Fue una reunión discreta para poder hablar con tranquilidad", ha dicho, una circunstancia que ha calificado Rosa Díez de "mala noticia". Respecto al bloqueo contra el PP en el Congreso, la vicepresidenta ha querido invertir la situación: "Más bien es el PP contra todos". El PSOE ha negado que haya un veto con nuevas acusaciones contra el partido de Rajoy, que calificó la medida de "estalinista".

(Libertad Digital) En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, María Teresa Fernández de la Vega ha dicho que Zapatero e Ibarretxe "mantuvieron una reunión para analizar la situación tras el atentado". "Ambos", ha indicado, "manifestaron su voluntad de cooperar a nivel institucional", antes de añadir que "los pactos políticos se cierran entre partidos y no entre instituciones". Dirigiéndose a los periodistas, ha dicho que "deben enmarcarla en el compromiso del presidente de sumar el mayor número de voluntades políticas en la lucha contra ETA".
 
"El objetivo es luchar contra el terrorismo y por la paz, y esa es la línea en que hay que entender la reunión de ayer", ha declarado De la Vega, que después ha dicho que era "para buscar consensos" y "contrastar" posturas "por encima de las diferencias". Según la vicepresidenta, "todos los demócratas somos necesarios y no debe haber exclusión". "Dicen PP o PNV, nosotros decimos los dos". Lo que no ha querido comentar De la Vega han sido las declaraciones de Ibarretxe respecto a la posibilidad de que se reabra el diálogo. "La posición del Gobierno es muy clara: el proceso finalizó con el atentado. Con violencia o con intentos de perpetuarla no hay diálogo, ni hoy ni mañana ni pasado. ETA tiene solo un camino", ha sido su respuesta.
 
Del encuentro entre el jefe del Ejecutivo y el presidente autonómico vasco seguimos sin información oficial del Gobierno. La vicepresidenta ha apuntado que "se hicieron planteamientos generales y no se abordaron aspectos concretos". El objetivo del encuentro, decía, estaba la "voluntad de sumar". Ha intentado justificar el secretismo que ha envuelto esa cita al decir que era "discreta" para poder "hablar con tranquilidad".
 
Como en cada comparecencia desde el atentado de Barajas, De la Vega ha repetido que "no hay dialogo; el proceso está roto". También ha repetido el discurso del consenso, "el gobierno está abierto a él, pero tiene que haber voluntad por parte de todos". Y ha reiterado que el planteamiento del Gobierno "no es que parezca todos contra el PP" sino que es "más bien casi al revés: el PP contra todos". No ha faltado la también habitual acusación de "partidismo" dirigida al partido de la oposición.
 
El PSOE niega que haya veto
 
El grupo socialista ha negado este viernes en un comunicado recogido por Efe que su acuerdo con las demás fuerzas políticas para no debatir con el PP sobre la lucha contra el terrorismo comporte veto alguno a la tramitación de las iniciativas parlamentarias de este grupo, que podrá defenderlas sin ninguna traba en el pleno del Congreso. Otra cosa es, según aclaró el grupo parlamentario socialista, la actitud que los demás grupos de la Cámara adopten ante las propuestas que el PP quiere llevar al Parlamento.

"Los grupos decidirán en su momento el modo de obviar un enfrentamiento con el Partido Popular sobre tales materias", se subraya en el comunicado de los socialistas. Sin embargo, el grupo socialista dice que ambos han pretendido convertir los acuerdos de los demás grupos "para evitar colaborar" en la estrategia del PP en un "supuesto e inexistente veto" a sus iniciativas parlamentarias sobre terrorismo.

Según el PSOE, "los grupos parlamentarios no quieren -ni pueden- vetar ninguna iniciativa del PP", de manera que las cinco proposiciones no de ley anunciadas por su líder, Mariano Rajoy, se incluirán en el orden del día del pleno y sus portavoces podrán defenderlas "sin límites ni condicionamientos". Añade que "el grupo socialista es el primero en garantizar que todos los derechos parlamentarios se respetan", algo que está amparado por la Constitución y el Reglamento de la Cámara.

"Pero a pesar de sus evidentes propósitos, el PP no puede obligar a los demás grupos a entrar en una guerra dialéctica sobre una materia tan grave como el terrorismo", argumenta el grupo dirigido por Diego López Garrido.


Un pacto enterrado como foro de diálogo

Tras reiterar que el PP "no es un adversario" porque "sólo ETA es el enemigo común", el grupo socialista "exhorta" al PP a defender sus propuestas y "legítimas discrepancias" sobre la política antiterrorista "en los foros adecuados y establecidos para ello". Estos ámbitos son el Pacto por Las Libertades y Contra el Terrorismo, que va a ser convocado la próxima semana, y los contactos del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con los portavoces de los grupos parlamentarios.

Para concluir su comunicado, el grupo socialista recuerda que en la democracia española ha sido una "tradición" no debatir las diferencias sobre asuntos relacionados con el terrorismo en el Parlamento, sino "en los ámbitos específicos creados al efecto". Tras lamentar que esta tradición haya sido "sistemáticamente ignorada por el PP" en esta legislatura, remarca que la ha sustituido por una estrategia "dirigida no a reforzar la unidad de los demócratas frente al terrorismo", sino a "provocar el desgaste del Gobierno y una imagen de división que sólo favorece a los terroristas".

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