(Libertad Digital) Dice el diario de Prisa que el preso etarra "ya sale a la calle tras abandonar el 1 de marzo la huelga de hambre". Se mueve en coche particular, supervisado por Instituciones Penitenciarias y el juez central de Vigilancia Penitenciaria "y con la protección de la Ertzaintza, que debe preservar la integridad del interno".
La información detalla que en las últimas semanas han sido varias sus salidas. Aunque en principio el objetivo era recibir tratamiento en otros centros sanitarios, el sanguinario etarra ha aprovechado para irse de compras con su novia. Ésta siempre le acompaña y en alguna otra ocasión van con ellos dos personas más. Todo, según lo cuenta El País, de lo más normal: "No es extraño que el interno, tras las sesiones terapéuticas autorizadas por la gerencia del Hospital de Donostia y por el equipo médico, y supervisadas por el juez de Vigilancia Penitenciaria, realice compras u otro tipo de actos no relacionados con el tratamiento médico".
Pese a que el etarra teóricamente sigue siendo un preso, con la prisión atenuada, para sus traslados emplea un coche particular porque así lo ha autorizado Instituciones Penitenciarias. Le "protege" en todo momento, según esta información, la Ertzaintza. Las salidas también se repiten por los alrededores del hospital Donosita, en este caso, "por prescripción médica".