(Libertad Digital) El periodista señala en la entrevista que los encuentros con el terrorista se realizaron en un "bar republicano" y en el despacho de su abogado, que en todo momento ha estado atento a las respuestas y que incluso evitó que respondiera alguna que otra pregunta.
El asesino etarra se presenta ante todo como una víctima, tanto de la Justicia española como de los medios de comunicación que, según él, han fabricado la noticia sobre la lectura de dos de sus cartas en una manifestación proetarra. En ese momento dice que "yo ya no soy miembro de ETA, por lo que ETA no puede ordenar que haga o deje de hacer algo". Se queja que los medios lo han hecho responsable de la "mitad de los males de España".
Sobre la decisión del juez irlandés de aprobar su extradición a España, el terrorista dice que apelará hasta la Cámara de los Lores en caso de no prosperar su recurso. Sin embargo, agrega que "si me ordenan que debo regresar a España, lo haré".
En varias partes de la entrevista, De Juana repite que ya cumplió su pena y menciona al entonces ministro de Justicia. Se queja de que cuando debió ser puesto en libertad, López Aguilar dijo públicamente que quería que los jueces "construyeran nuevos cargos contra mi". El periodista del diario irlandés dice que en la época en la que se procesó al etarra por las amenazas terroristas que incluía en sus artículos, "respetados comentaristas legales" –como Bonifacio de la Cuadra en El País– dijeron que los jueces no tenían base para aceptar el procedimiento excepto por "la histeria política y mediática".
Por otro lado, niega que haya tenido contacto con miembros del Sinn Fein que no hayan sido producto de la casualidad. Incluso dice que fue una casualidad de que en su solicitud de pasaporte a la embajada española pudiera una dirección que finalmente resultó ser la de James Monaghan, importante dirigente de este partido y fue miembro del IRA. "Es pura coincidencia", dice, e intenta explicarlo. Dice que la dirección se la dio un amigo vasco que estudió irlandés con el dueño de la casa y que a su vez le permitió usarla según su conveniencia.
Preguntado por la posibilidad de que ETA, como hizo el IRA, abandone las armas como condición para iniciar un proceso similar en España, De Juana se muestra evasivo, pero insiste en que la situación mejoraría si el Gobierno español reconociese el derecho a la autodeterminación del País Vasco. "Si el País Vasco pudiese decidir libremente su futuro –dice–, el conflicto –pausa– ya no habría conflicto". No comenta que el Gobierno británico no concedió nada parecido a Irlanda del Norte.