La agenda del nuevo partido de Batasuna para conseguir colarse en las próximas elecciones municipales y forales de mayo tendrá un importante punto de inflexión la próxima semana, cuando Brian Currin viaje hasta la comunidad vasca para dar su respaldo a esa legalización de Sortu.
El mediador sudafricano llegará acompañado de algunos de los mediadores que conforman su Grupo Internacional de Contacto, cuyas identidades no han trascendido todavía. Con total seguridad, una de las razones principales que esgrimirá para pedir la legalización del brazo político de ETA será el hecho de que en los últimos días Sortu haya mostrado su "rechazo a la violencia, incluida a la de ETA", aunque eso sí, pasará por alto que el miércoles se negaron durante su presentación en Madrid, tras un requerimiento de Libertad Digital, a exigir la disolución de ETA y la entrega de sus armas.
Otro de los datos que destacará será la asunción de los principios Mitchell, es decir, los seis puntos básicos que los gobiernos de Gran Bretaña e Irlanda y los partidos norirlandeses se comprometieron a cumplir para iniciar el proceso de paz en aquella región, algo con lo que intentar comparar la lacra del terrorismo que sufre España con el conflicto entre comunidades de Irlanda del Norte.
El otro punto clave del viaje de Currin será la confección de una hoja de ruta para trabajar durante los próximos meses en la segunda parte del proceso de negociación entre el Gobierno Zapatero y los terroristas de ETA.
El viaje del sudafricano volverá a contar de nuevo con el papel de cicerone del colectivo cívico Lokarri, que surgió tras la disolución de Elkarri y la marcha del que fuera alma mater de esa organización durante más de veinte años, Jonan Fernández, para dirigir Batetik, el Centro de Estudios y Proyectos por la Paz que la Orden de los Franciscanos abrió a mediados del año 2006 en el guipuzcoano Santuario de Nuestra Señora de Aránzazu.
Precisamente este colectivo fue el que organizó el pasado lunes el acto de presentación de los estatutos de la nueva franquicia de Batasuna, que protagonizaron Rufino Etxeberría, porque, según argumentaron, "vamos a organizar un acto inusual en la historia de Lokarri para poner énfasis a lo que nos parece podría representar un paso de indudable trascendencia en el logro de la Paz".