(Libertad Digital) Según publica este jueves "El Correo", sectores de IU, liderados por el secretario general del PCE, Francisco Frutos, y por la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, han pedido la salida de IU/Ezker Batua del Gobierno Vasco, en el que su coordinador general, Javier Madrazo, es consejero de Vivienda.
Ante la polémica surgida, el parlamentario y coordinador de Presidencia de IU/EB, Oskar Matute, ha replicado que la coalición en esta comunidad autónoma es "soberana", con respecto a IU federal. Matute quiso dejar claro que "no entra, de momento, en nuestros planes abordar ningún tipo de discusión sobre nuestra presencia en el Gobierno Vasco". Matute apuntó que las decisiones que toma IU/EB las toma su dirección, "en consonancia con lo que piensan sus bases" y, por lo tanto, "nuestro ámbito de actuación y de decisión es soberano y serán los órganos de dirección de EB los que tengan que determinar esa decisión o cualquier otra", según informa EFE.
En este sentido, el líder de IU, Gaspar Llamazares, cree que la comparecencia del presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, ante el TSJPV, supone "una imagen desgraciada" para la democracia española y demuestra el "fracaso" de la vía política para resolver el problema vasco. Las diligencias se abrieron a raíz de sendas querellas presentadas por la Fiscalía y por el colectivo Manos Limpias, a los que Llamazares tachó de "fascistas". "Me parece una vergüenza que una abogada de Manos Limpias esté interrogando a políticos demócratas. Me parece una vergüenza que fascistas interroguen a políticos demócratas", declaró al respecto.
El coordinador general de IU dijo que "estas cosas en democracia se solucionan de otra manera, con el diálogo político y aclarando las competencias judiciales y parlamentarias" y por ello la apertura de esta causa "no es más que una muestra del fracaso de la política como instrumento para solucionar el problema del País Vasco". Defendió la postura adoptada en este asunto por la diputada vasca Kontxi Bilbao, porque cree que no incurrió en "ninguna responsabilidad" como integrante de la Mesa del Parlamento y aseguró no tener "ninguna duda" de que será eximida de las acusaciones.