(Libertad Digital) No ha sido posible conseguir una valoración oficial del Gobierno y del PSOE sobre la reforma de gabinete planteada por el presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall. Si el líder del PSC esperaba un respaldo por parte de Moncloa o Ferraz, no lo ha conseguido, aunque bien es cierto que tampoco cosechó crítica alguna.
MARAGALL. Pasqual Maragall ha recordado a las formaciones del tripartito que no es el Parlamento catalán ni los grupos políticos los que pueden realizar cambios en el ejecutivo, sino que ésta es una responsabilidad adscrita únicamente "al ámbito de las competencias del presidente de la Generalitat". Maragall ha hecho una breve referencia al debate suscitado en su gobierno ante una posible remodelación en una rueda de prensa en el Palacio de Pedralbes, en donde ha participado en la reunión de cooperación transfronteriza entre España y Francia. "El Parlamento no tiene responsabilidad en los cambios del gobierno ni en Francia, ni en España, ni en Cataluña".
EL GOBIERNO. En la rueda de prensa con el primer ministro francés en Pedralbes (Barcelona) , José Luis Rodríguez Zapatero fue preguntado sobre la crisis del gobierno catalán. El jefe del Ejecutivo consideró "adecuado no hacer ninguna valoración" sobre el tema pues, según dijo, eso "es un valor esencial de cortesía institucional". "El principio de responsabilidad parlamentaria está en manos del presidente (Maragall) pero mi posición es ser prudente y no hacer ninguna valoración" al respecto, concluyó. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se limitó a decir que el Ejecutivo respetará la autonomía del presidente de la Generalidad en su voluntad de remodelar el gobierno catalán. De la Vega, en declaraciones a TVE, señaló que el Gobierno "no hará manifestación alguna respecto a lo que son competencias estrictas del presidente de un Gobierno autonómico". (Leer las declaraciones ampliadas)
FERRAZ. Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, durante una rueda de prensa tras la reunión de la Comisión Permanente del PSOE, dijo que cambiar o mantener un gobierno "es competencia del presidente" y confió en que Maragall "sabrá articular la fórmula, hacer el diálogo que estime conveniente, para poder realizar ese cambio de gobierno si lo estima necesario". "La potestad es del presidente", insistió Blanco, que reiteró que Maragall "no tiene que hacer consultas con el PSOE para hacer remodelación en su Gobierno, ni lo tendrá que hacer, si lo estimase –que no está previsto– el presidente del Gobierno de España". Blanco dijo que los que tienen que pronunciarse eran los miembros del PSC.
SU PARTIDO. A la hora de la comparecencia de Blanco, la comisión ejecutiva del PSC ya había emitido una resolución en la que mantiene su negativa a que Pasqual Maragall acometa en estos momentos una remodelación del Gobierno catalán. La resolución fue presentada por el viceprimer secretario y portavoz del PSC, Miquel Iceta, tras la reunión de la dirección socialista, que no contó con la presencia del presidente del partido y de la Generalidad que se encontraba en un acto con José Luis Rodríguez Zapatero y el primer ministro francés Dominique de Villepin. Iceta, que negó que el partido pretenda desautorizar a Maragall sino servirlo "con la lealtad de siempre", aseguró que el PSC aún espera una propuesta concreta del presidente sobre qué consellers desea relevar y dijo que, en la ronda consultas, el PSC transmitirá al presidente catalán que la remodelación de la Generalitat "no es ni necesaria ni oportuna". (Leer la ampliación de la resolución del PSC)
SUS SOCIOS. Casi de forma simultánea, la Ejecutiva Nacional de ERC aprobó unánimemente una resolución que también considera "inoportuna y políticamente contraproducente" cualquier remodelación del Gobierno catalán "a las puertas" de la toma en consideración del proyecto estatutario catalán en las Cortes y en la "fase final" de los presupuestos catalanes para 2006. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, leyó la resolución y preguntado sobre la posibilidad de que el presidente de la Generalitat insista en remodelar ahora el Gobierno y lo haga incluso antes de este martes –cuando empieza el Debate de Política General en el Parlamento catalán–, se remitió a la citada resolución y añadió que "no hay nada que haga pensar que pueda haber cambios al margen del acuerdo del Tinell".
El representante del tercer miembro del tripartito, el consejero de Relaciones Institucionales y presidente de ICV, Joan Saura, fue más duro y tachó de "deslealtad política" la remodelación del gobierno impulsada por Maragall, a quien pidió que convoque una reunión urgente del tripartito para "reconducir" la "situación de crisis" creada. Saura, que compareció en rueda de prensa tras la reunión de la secretaría política de su formación, criticó la idea de Maragall de acometer una remodelación en el ejecutivo, ya que, en su opinión, no se ha hecho ni de la manera ni en el momento adecuado, lo que "ha debilitado de forma clarísima" al gobierno.
LA OPOSICIÓN. Desde la oposición, el líder de CiU, Artur Mas, insistió en que el presidente de la Generalidad debe someterse a una cuestión de confianza como "única solución digna" a la crisis del tripartito, pero advierte que puede presentar una moción de censura más adelante en función del desarrollo de los acontecimientos. Mas acusó a Maragall de situar a Cataluña "en el ridículo" y de conseguir que los sectores del PP y del PSOE que no quieren el nuevo Estatut vivan ahora "una gran fiesta". "Hoy por hoy, no queremos presentar esa moción de censura para no entorpecer la negociación del Estatut en Madrid, pero se tiene que dar una salida mínimamente digna a esta situación, porque si no, no nos dejarán otro remedio que intentar cambiar las cosas a través de una acción propia de CiU", advirtió Mas.
LA OPOSICIÓN. Desde la oposición, el líder de CiU, Artur Mas, insistió en que el presidente de la Generalidad debe someterse a una cuestión de confianza como "única solución digna" a la crisis del tripartito, pero advierte que puede presentar una moción de censura más adelante en función del desarrollo de los acontecimientos. Mas acusó a Maragall de situar a Cataluña "en el ridículo" y de conseguir que los sectores del PP y del PSOE que no quieren el nuevo Estatut vivan ahora "una gran fiesta". "Hoy por hoy, no queremos presentar esa moción de censura para no entorpecer la negociación del Estatut en Madrid, pero se tiene que dar una salida mínimamente digna a esta situación, porque si no, no nos dejarán otro remedio que intentar cambiar las cosas a través de una acción propia de CiU", advirtió Mas.
Por su parte, el presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, denunció el "espectáculo patético y bochornoso" que supone el enfrentamiento entre Maragall con su propio partido y los socios del tripartito por su intención de remodelar el Gobierno, y criticó que el president "haya herido de muerte" a algunos consellers, que ya "han quedado cuestionados". Ante esta situación y tras la propuesta de Artur Mas para que Maragall se someta a una moción de confianza, Piqué fue más allá y aseguró que "al paso que vamos lo mejor es que alguno de los partidos del tripartito plantee una moción de censura". Desde Madrid, el secretario general del PP, Ángel Acebes, acusó a Zapatero y Maragall de "trasladar sus problemas a los ciudadanos" cuando "ellos han creado la crisis". Zapatero, según Acebes, "es incapaz de gobernar su propio partido, cuando más España" y dijo que "lo del PSC es más propio de un vodevil o de película de los hermanos Marx" en alusión a que "el propio partido haya reprobado al presidente de la Generalidad".