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COVITE pide "el cumplimiento íntegro de las penas" y que no se busquen "atajos" para la paz

Este lunes, Javier Urquizu Aranaga, el hijo del teniente coronel José María Urquizu,  asesinado por ETA en 1980, ha sido el encargado de leer la intervención de COVITE en el Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo que se celebra en Valencia. Ha pedido que la sociedad se muestre intolerante con los terroristas, ya que "el cumplimiento íntegro de las penas es un mínimo de justicia irrenunciable". Asimismo, ha abogado por no ceder a la tentación "de buscar atajos rápidos" para una "supuesta" paz, y ha pedido que "los nacionalistas" no intenten ocultar la verdad.

(Libertad Digital) Desde el Congreso celebrado en Valencia, Javier Urquizu pidió "verdad, memoria y justicia" para las víctimas del terrorismo. Recalcó que las víctimas "ya hemos dado muchísimo" y que si el Gobierno cede ahora, "habremos perdido después de estar ganando la batalla en los últimos años".

"Si mostramos tolerancia ante lo intolerable, habremos perdido la batalla ante quienes se auto-otorgan todos los derechos para si y se los niegan a los demás", recordó Urquizu. "Queremos transparencia e información directa, clara y completa de lo que se piensa hacer", pidió.

En representación de COVITE, habló en calidad de "profesional del comportamiento y de la salud", y recalcó que "un psicópata no es reinsertable", y que no se puede pedir un arrepentimiento, como "apañito facilón de boquilla para conseguir un beneficio penitenciario", ya que son muy pocos los que se arrepientan.

Urquizu pidió "verdad", ya que "se quiere ocultar a veces desde varios sitios, y entre ellos desde el poder nacionalista". En su opinión, el nacionalismo "ha estado siempre muy lejos de nosotros, mostrándose frío, cruel, distante e inhumano". Recordó que estamos en una situación que "no puede acabar en un empate, sin vencedores y vencidos, como algunos pretenden", y que ante unos asesinos que "no respetan unos valores elementales" frente a otros que "han pagado con su vida el respetarlos". "No cabe la equidistancia en esta batalla", sentenció.

Por último, pidió "justicia", porque hay todavía "muchos casos" no resueltos, "mientras que sus asesinos siguen impunemente tostándose al sol en dorados exilios caribeños o viviendo a cincuenta metros de sus víctimas ¡o en su mismo portal!", en referencia a Pilar Elías, viuda de Ramón Baglietto, asesinado por ETA en 1980, cuyo asesino ha puesto una cristalería en los bajos de su edificio y para la que pidió "no sentir lástima" por ella, sino "admiración (por su valor y coraje), solidaridad y afecto".

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