En el auto, Pedreira entiende que en el caso de Correa "se cumplen todos y cada uno de los requisitos exigidos por la jurisprudencia constitucional" para acordar la prisión provisional. Además, estima que ésta es "la única medida cautelar que puede adoptarse en relación a Correa, si se quiere asegurar la investigación y evitar la destrucción de evidencias".
Asimismo, el instructor argumenta que en el procedimiento hay "indicios bastantes" para afirmar de forma contundente que existe "riesgo objetivo y real" de sustracción a la Justicia por parte del imputado.
Según Pedreira, esta idea viene avalada por el hecho de que esa posibilidad veraz de fuga fue el detonante de su detención el pasado 6 de febrero de 2009. Además, recuerda que antes de que le detuvieran, Correa había empezado a cortar su arraigo en España -donde desde meses antes apenas residía-, mientras ampliaba su círculo de relaciones humanas y económicas en países como Colombia y Panamá.
A juicio del magistrado, la avanzada edad de sus padres y la minusvalía de un hermano tampoco son razones suficientes que llamen a modificar la medida cautelar de prisión. "Si bien se trata de una situación familiar compleja, no afecta en ningún caso a la situación procesal del imputado porque Francisco Correa -y así ha quedado acreditado-, facilitó a padres y hermano cuanta cobertura asistencial requirieron mientras él pasaba largos periodos de tiempo fuera de España", explica el TSJM. "No es, por lo tanto, el imputado, quien se ocupa de la asistencia personal de dichos familiares", añade.
A requerimiento del TSJM, el empresario ha sido examinado por un médico internista que le ha diagnosticado un cuadro de claustrofobia que le imposibilita subir en un ascensor, pero no le impide tomar un avión.
Se trata de la segunda ocasión que el juez rechaza a Correa una solicitud de libertad. Su abogado solicitó que se le dejara libre el pasado 30 de abril, cuando el empresario declaró en calidad de imputado ante el instructor. Alegó entonces que su cliente necesita estar fuera de prisión por razones de salud y para atender a un hermano, que sufre una invalidez.
En la solicitud de ahora, el abogado insistía en la necesidad de que Correa salga de la cárcel por los problemas que sufre de claustrofobia. Además, entendía que no hay riesgo de fuga ni peligro de que se destruyan pruebas de la investigación.
El pasado 30 de abril, el juez Pedreira acordó mantener a Correa en la cárcel al imputarle los delitos genéricos de la causa: asociación ilícita, fraude fiscal, cohecho, tráfico de influencia, blanqueo de capitales y falsedad. Además, se le acusa de participación de una trama.
Por ahora, el magistrado está centrando la investigación en la trama exterior del 'caso Gürtel' para averiguar el paradero del dinero evadido por los imputados. Hace unos días, el juez ordenó la práctica de quince comisiones rogatorias a diferentes países, entre ellos Suiza, Mónaco, Reino Unido, Estados Unidos y Panamá.
El magistrado quiere conocer la situación y el destino del dinero supuestamente desviado por la trama liderada por Francisco Correa fuera del territorio español. Según las pesquisas, el suizo Arturo Gianfranco Fasana, alias 'Fafa', sería la persona que supuestamente dirigía la estructura encargada de enviar al extranjero los recursos económicos de la trama de corrupción.
Según el TSJM, la investigación ha depositado su confianza en la posibilidad de que las citadas diligencias, que deberían contar con la colaboración de las autoridades de estos países, permitan localizar y recuperar el capital evadido. La colaboración de las autoridades, en los términos solicitados, supondría un importante precedente que marcaría el curso de éste y de futuros procedimientos.