La condena ha sido anunciada por el magistrado de viva voz al término de la vista oral celebrada hoy en el tribunal, al considerar que el alcalde se excedió de la crítica política a la que todo ciudadano tiene derecho y cayó en el "insulto personal".
"El Código Penal establece dentro de los delitos contra la Corona que el Rey representa el Estado constitucional, y usted está insultando a esa figura fundamental para el mantenimiento de la democracia", zanjó el magistrado. Durante su declaración, el alcalde se ratificó en sus palabras, pero negó su intención de ofender al "ciudadano Juan Carlos" porque, según dijo, en su condición de "republicano y comunista no cabe la injuria".
"Me ratifico en mis críticas"
"Cuantos años tiene usted", comenzó preguntándole el juez a Barroso. "57 años cumplidos el pasado 14 de abril" --dia en el que se proclamó la Segunda República en 1931--, contestó el alcalde. "¡Vaya!, que día más apropiado", replicó el magistrado provocando las primeras risas del numeroso público presente en la sala. De este modo, comenzó el testimonio del acusado, primer edil de la localidad gaditada desde 1979 hasta hoy, excepto entre 1991 y 1995.
"Me ratifico en mis críticas", aseguró Barroso, si bien matizó en todo momento que sus palabras se englobaron en "un contexto político". "La injuria está fuera de mi práctica política en contra de lo que es común en esta democracia de filibusteros", reiteró, al tiempo que detalló que sus acusaciones iban dirigidas contra el concepto de dinastía y en concreto la borbónica.
El alcalde, quien mostró dificultades de audición reconociéndose como un "sordo de astillero", criticó a los medios de comunicación a los que tachó de "cortesanos" por "edulcorar la figura del Rey". En ese sentido, explicó que, de la media hora que duró su discurso en un acto de conmemoración del septuagésimo séptimo aniversario de la II República que se celebró en la Casa de la Cultura de la localidad gaditana de Los Barrios, apenas hablo de Don Juan Carlos "unos tres minutos".
"Sería bueno que todos en este país leyeran sobre la figura de los borbones", defendió Barroso, quien añadió que todo lo que dijo "está publicado en libros". "Pensaba que era conocido por todos", sentenció.
"Guerra" abierta contra los Borbones
El juicio continuó precisamente con la audición de las expresiones que vertió el acusado en aquel acto. Si bien las risas habían estado presentes en varias fases de la declaración de Barroso ante el juez, la sala guardó silencio mientras se escuchaba parte del discurso del alcalde en el que, entre otras cosas, criticó la "condición deleznable" de Don Juan Carlos y de su padre, el conde Don Juan, al que calificó de "una persona de condición licenciosa, deplorable, deleznable, no menos licenciosa que la de su esposa". También aludió a la "acostumbrada vinculación etílica" del rey y defendió que, "si algo había que aplicarle, sería la Ley de Extranjería".
"El Borbón forma parte de la parte más oprobiosa de la Historia de este país, es algo de lo que nos debemos avergonzar, y al Borbón aunque no le colguemos de los intestinos de los obispos lo tendremos que echar, más temprano que tarde, de forma democrática", aseveraba también en otra parte de su discurso el alcalde, quien hoy volvió a escuchar sus palabras ante el tribunal en una sala de juicios presidida precisamente por una fotografía del Rey.
Por estos hechos el fiscal Pedro Rubira elevó a definitiva su petición de 10.800 euros de multa alegando que, "lo que se está juzgando no es la legitimidad de la República o la Monarquía, sino que realizó que unas manifestaciones injuriosas y que eran un exceso a la libertad de expresión". "El debate es si las expresiones fueron necesarias o ultrajantes y ofensivas", insistió el fiscal, quien hizo hincapié en alertar de que si hoy no se condenaba a este acusado "este tipo delitos contra el Rey quedarán impunes".
Ya en su turno de última palabra, Barroso, quien hoy estuvo arropado por el coordinador general de su partido, Cayo Lara, o destacados líderes comunistas como Francisco Frutos o Felipe Alcaraz, cerró la vista reiterando su inocencia. "Yo no soy un lerdo, ni un lacayo, ni un cortesano, sé lo que digo, soy libre porque no me someto a obligaciones dinásticas ni aplaudo a nadie. Más pronto que tarde, los pueblos de España conocerán todo y lo juzgarán", dijo.
El juez hará pública su sentencia completa en los próximos días y la defensa del condenado ya anunció que la recurrirá.