CiU dice que "tiene guasa" que Saura, "el defensor de los ocupas" y "líder de la transgresión", sea consejero de Interior

L D (Agencias) El hasta ahora portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, denunció la "evidente españolización" que ha introducido el nuevo tripartito en las instituciones catalanas con la creación de una vicepresidencia "como solución a la supuesta incomodidad" que planteaba "la presencia del líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, en el gobierno". Puig recordó que la vicepresidencia "es una fórmula antiestatutaria", dado que el nuevo Estatuto no la prevé y consagra al conseller primer como segunda máxima autoridad.

 

La número tres de la lista de CiU en Barcelona, Nuria de Gispert, señaló también que se trata de "figura que no ha existido nunca en Catalunya y que intenta mimetizar las vicepresidencias del gobierno español", en una "copia burda y mal hecha" fruto de la "ignorancia y el atrevimiento". "Catalunya necesitaba recuperar la confianza en sus instituciones y lo primero" que hace el nuevo gobierno tripartito "es una chapuza jurídica", que "obligará a revisar" la legislación vigente, en contra de lo que estipula el Estatuto, antes de proceder al nombramiento correspondiente, añadió Puig.

 

Puig quiso dejar claro además que la reedición del pacto entre las fuerzas de izquierda para gobernar "ha roto el mito de los pactos ocultos y secretos" entre el líder de CiU, Artur Mas, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para llevar a CiU al Gobierno catalán, algo que "se ha demostrado como una farsa más del pensamiento único" del tripartito. "¿Necesitamos alguna evidencia más de que Zapatero no tenía ningún compromiso en este sentido con CiU?", preguntó. "Todas las maledicencias que se abrieron tras el acuerdo de Mas y Zapatero para cerrar el Estatut han quedado desmentidas" porque "si el secretario general del PSOE no hubiera permitido esta operación, no se hubiera articulado" el nuevo Gobierno, dado que "PSOE y PSC son lo mismo", aseguró.

 

El también número dos en las listas de CiU desplegó todo su armamento contra el nuevo Gobierno d'Entesa Nacional per al Progrés, una "nomenclatura engañosa", según Puig, que pretende hacer un "lifting" y "maquillar" lo que en realidad es "un tripartito bis". "No queremos ser apocalípticos, pero no prevemos una legislatura estable, ni creemos que el Estatut pueda ser fácilmente desplegado" con este nuevo gobierno, auguró. Puig destacó la "paradoja" de que deba desplegar el nuevo Estatuto "un gobierno encabezado por quien intentó abortarlo desde el principio", en alusión a José Montilla, unido a "un partido que asumió las enmiendas del PSOE en el Congreso" durante la reforma, en referencia a ICV-EUiA, "y un tercer partido supuestamente independentista que se opuso" al nuevo texto.

 

 

El hasta ahora portavoz parlamentario de CiU atacó especialmente al presidenciable socialista, señalando que Cataluña "tendrá un presidente que ha protagonizado en los últimos meses los peores ataques a las competencias catalanas", dado que fue el "impulsor de una ley de horarios comerciales que invade competencias", que "no se opuso al recurso de inconstitucionalidad del Gobierno a la Ley del Audiovisual catalana" y que "fue el principal caballo de Troya para intentar que el PSOE recortase más el Estatut". "Peor imposible", apostilló.

 

Puig habló también de las manifestaciones ante la sede de ERC y caceroladas que se produjeron ayer en contra de la reedición del tripartito, asegurando que desde CiU "no se han impulsado ni promovido" estas actuaciones, aunque reconociendo que "entienden" el "malestar que existe en la sociedad catalana" y que "responde a que se ha incumplido la regla no escrita de que gobierne quien gana las elecciones". Puig aseguró que "muchos dirigentes de CiU" son "abordados en la calle" por ciudadanos, "votantes y no votantes" de la federación, que les "manifiestan su desencanto ante una situación que no comprenden" y que "ven ya como algo premeditado incluso en la escenificación de convocar unas elecciones anticipadas" para "solo cambiar el color de las camisas de algunos". Ante ello, aseguró que "CiU tratará de que la ciudadanía no caiga en el desánimo colectivo" y dijo enviar un "mensaje de esperanza" asegurando que la federación nacionalista "intentará reconducir esta situación anómala".

 

 

En el ámbito del reparto de carteras que empieza a perfilarse, De Gispert consideró que "tiene guasa" que pretendan nombrar "conseller de Interior a Joan Saura" (ICV-EUiA), a quien definió como "el defensor de los ocupas y del 'papeles para todos'. De Gispert instó a "preguntar a la Policía de la Generalitat si está contenta" con este nombramiento y, por su parte, consideró que con esta decisión los Mossos de Esquadra "del fuego se van a las brasas", al pasar de ser comandados por la consejera del PSC Montserrat Tura al ecosocialista Joan Saura. "Que el principal líder de la transgresión constante sea ahora la máxima autoridad de las fuerzas de seguridad" en Cataluña es "otra más de las farsas del tripartito", redondeó Puig. El posible nombramiento, no confirmado, de la consejera de Interior en funciones, Montserrat Tura, como consejera de Justicia también fue motivo de crítica por parte de De Gispert, quien remarcó que "nunca antes había pasado que un conseller de Justicia no fuera jurista ni abogado".

 

De Gispert llamó de nuevo a "preguntarle al mundo judicial y al Colegio de Abogados qué opina" sobre este posible nombramiento y acusó al tripartito de "no valorar en absoluto lo que tienen entre manos y lo que significan las políticas" que deben desarrollar. Puig definió el acto de formalización del acuerdo de Gobierno, celebrado esta mañana en el Parlament, como una "escenificación vacía de contenido", que sólo ha servido para exponer unas "primeras intenciones cargadas de incongruencias, de debilidades estructurales y de fallas monumentales".

 

"Catalunya necesitaba un gobierno que representara un solo pueblo y hoy se ha escenificado uno que representa un solo partido, porque el tripartito bis hoy ya es el PSC con dos muletas permanentes que son ERC e ICV-EUiA", afirmó Puig, denunciando el acto de hoy como "las primera escena de un engaño monumental", dado que "seis días después de las elecciones ya está todo el gobierno configurado". "Catalunya necesitaba un gobierno que mejorase las relaciones entre Catalunya y España y redujese la crispación y hoy ya tenemos una sobre excitación política, social y mediática e incluso el enojo del PSOE por la fórmula adoptada por el PSC y sus dos muletas crónicas y estructurales", prosiguió.

 

En cuanto a la declaración de compromisos del presidenciable José Montilla, Puig consideró su discurso "cargado de lugares comunes y declaraciones de intenciones", la mayoría de los cuales "están ya en el Pacte del Tinell". "En cambio, no hemos oído nada de desacuerdos programáticos ni de como solventarán las tensiones que originarán las distintas visiones sobre temas importantes para el país" como "infraestructuras o la presencia de la lengua catalana en Frankfurt", entre otras cosas.