L D (EFE) En su dictamen, adoptado tras cuatro horas de deliberación, la corte, presidida por la juez Nadia Ajjan e integrada por un jurado de seis magistrados (un hombre y cinco mujeres), les condenó con penas de entre siete a catorce años de cárcel.
La pena más alta, de catorce años de prisión, recayó precisamente contra Abaunza Martínez, de 42 años, a quien la acusación adjudicó el papel de responsable de las estructuras de formación y de información de los grupos de ETA hasta su detención el 2 de mayo de 2002 en Niort (oeste de Francia) juntos a los otros cuatro. La más baja, de siete, fue para Anartz Oyarzabal Ubierna, de 29 años, quien, según la acusación, ayudaba entonces a Abaunza en la formación de un "grupo" designado para perpetrar atentados contra objetivos turísticos en España en el verano de 2002.
Los tres miembros del "grupo", cuya misión concreta era perpetrar supuestamente cinco atentados con coches-bomba en la Comunidad de Valencia, fueron condenados a diez años de prisión. Se trata de la entonces pareja formada por Lexuri Gallastegui Sodupe, de 37 años, y Manex Zubiaga Bravo (27 años), así como de Ángel María López Anta (29 años). Por unanimidad, el tribunal les consideró culpables de todos los cargos reprochados, y rechazó sólo una cuestión sobre Abaunza.
Dictaminó además que los acusados no podrán optar a beneficios penitenciarios hasta que hayan cumplido íntegramente dos tercios de sus respectivas condenas, al tiempo que les prohibió definitivamente su estancia en Francia, una vez que hayan purgado sus penas.
En su requisitoria, la Fiscalía había pedido esta mañana penas de entre seis y diecisiete años de prisión contra los acusados por asociación de malhechores con fines terroristas, intento de robo de vehículo y receptación de robos de otros coches con el agravante de haber sido cometidos en "banda organizada".
En concreto, el fiscal Christophe Tessier había solicitado siete años contra Oyarzabal; quince años contra Gallastegui, López Anta y Zubiaga; y diecisiete años contra Abaunza, quien, con ésta, acumula ya cuatro condenas de cárcel en Francia. Las anteriores eran de cuatro, seis y doce años de prisión. El fiscal destacó que el arresto de los cinco en Francia evitó otros tantos atentados en la Comunidad de Valencia proyectados entre finales de junio y mediados de agosto y que suponían "riesgos importantes para la población civil". Pero constató que "cuando hay arrestos no se acaba con la vida de la organización de ETA sino que los atentados continúan".
En alusión a los cinco condenados este martes en París, el fiscal dijo que son "activistas aguerridos", con una "determinación" fundada en la "violencia pura y en cometer atentados", que "continúa intacta". Tessier se basaba, entre otras cosas, en el contenido del mensaje que Zubiaga leyó el pasado día 1 –fecha del inicio de juicio– ante la corte en nombre suyo y de los otros cuatro enjuiciados.
En ese mensaje leído en euskera e incorporado a la causa en una traducción en francés, afirmaban "con orgullo pero sin ninguna arrogancia" que son de ETA y conminaban a Francia y España a resolver el conflicto "de una forma digna". El "conflicto vasco" se resolvería con el reconocimiento de que el País Vasco "no es ni Francia ni España". "Mientras que Francia no cambie su posición, buscaremos la aceptación política del País Vasco a través de la lucha, y lo decimos muy claramente: Francia nos tendrá enfrente", afirmaron.
Insistieron en que Francia es "parte del conflicto y debe participar en su solución", pero puntualizaron que hablaban en nombre propio y no en el de "Euskadi Ta Askatasuna". Los expertos antiterroristas franceses barajan la posibilidad de que la organización terrorista ETA esté proyectando la probabilidad de trasladar sus atentados terroristas a territorio francés.
La pena más alta, de catorce años de prisión, recayó precisamente contra Abaunza Martínez, de 42 años, a quien la acusación adjudicó el papel de responsable de las estructuras de formación y de información de los grupos de ETA hasta su detención el 2 de mayo de 2002 en Niort (oeste de Francia) juntos a los otros cuatro. La más baja, de siete, fue para Anartz Oyarzabal Ubierna, de 29 años, quien, según la acusación, ayudaba entonces a Abaunza en la formación de un "grupo" designado para perpetrar atentados contra objetivos turísticos en España en el verano de 2002.
Los tres miembros del "grupo", cuya misión concreta era perpetrar supuestamente cinco atentados con coches-bomba en la Comunidad de Valencia, fueron condenados a diez años de prisión. Se trata de la entonces pareja formada por Lexuri Gallastegui Sodupe, de 37 años, y Manex Zubiaga Bravo (27 años), así como de Ángel María López Anta (29 años). Por unanimidad, el tribunal les consideró culpables de todos los cargos reprochados, y rechazó sólo una cuestión sobre Abaunza.
Dictaminó además que los acusados no podrán optar a beneficios penitenciarios hasta que hayan cumplido íntegramente dos tercios de sus respectivas condenas, al tiempo que les prohibió definitivamente su estancia en Francia, una vez que hayan purgado sus penas.
En su requisitoria, la Fiscalía había pedido esta mañana penas de entre seis y diecisiete años de prisión contra los acusados por asociación de malhechores con fines terroristas, intento de robo de vehículo y receptación de robos de otros coches con el agravante de haber sido cometidos en "banda organizada".
En concreto, el fiscal Christophe Tessier había solicitado siete años contra Oyarzabal; quince años contra Gallastegui, López Anta y Zubiaga; y diecisiete años contra Abaunza, quien, con ésta, acumula ya cuatro condenas de cárcel en Francia. Las anteriores eran de cuatro, seis y doce años de prisión. El fiscal destacó que el arresto de los cinco en Francia evitó otros tantos atentados en la Comunidad de Valencia proyectados entre finales de junio y mediados de agosto y que suponían "riesgos importantes para la población civil". Pero constató que "cuando hay arrestos no se acaba con la vida de la organización de ETA sino que los atentados continúan".
En alusión a los cinco condenados este martes en París, el fiscal dijo que son "activistas aguerridos", con una "determinación" fundada en la "violencia pura y en cometer atentados", que "continúa intacta". Tessier se basaba, entre otras cosas, en el contenido del mensaje que Zubiaga leyó el pasado día 1 –fecha del inicio de juicio– ante la corte en nombre suyo y de los otros cuatro enjuiciados.
En ese mensaje leído en euskera e incorporado a la causa en una traducción en francés, afirmaban "con orgullo pero sin ninguna arrogancia" que son de ETA y conminaban a Francia y España a resolver el conflicto "de una forma digna". El "conflicto vasco" se resolvería con el reconocimiento de que el País Vasco "no es ni Francia ni España". "Mientras que Francia no cambie su posición, buscaremos la aceptación política del País Vasco a través de la lucha, y lo decimos muy claramente: Francia nos tendrá enfrente", afirmaron.
Insistieron en que Francia es "parte del conflicto y debe participar en su solución", pero puntualizaron que hablaban en nombre propio y no en el de "Euskadi Ta Askatasuna". Los expertos antiterroristas franceses barajan la posibilidad de que la organización terrorista ETA esté proyectando la probabilidad de trasladar sus atentados terroristas a territorio francés.