L D (Europa Press) El secretario general del PSN está tratando sin mucho éxito de acallar las críticas de sus propios compañeros de partido. A los que le cuestionan les ha recordado en RNE que sólo tienen "dos vías" después del veto de Ferraz a un pacto con Nafarroa Bai: "aceptar y aplicar la decisión o autoexcluirse". En esa tesitura, cree que sus doce parlamentarios "cumplirán y acatarán" la decisión del PSOE en la investidura de Miguel Sanz como presidente de la comunidad.
Carlos Chivite les ha venido a decir a los críticos que callen para superar la crisis. Reclamaba que "antes de poner en evidencia" al PSN, se opte por "una salida digna". "Hemos hecho un intento, no ha sido posible y ahora es el momento de ejercer una oposición responsable, firme y tratar de aplicar en Navarra el proyecto que el PSN ofreció a los ciudadanos", subrayó.
Sus diferencias con un sector amplio del partido cada vez son mayores aunque Chivite aseguró que no se plantea la posibilidad de dimitir. Decía que es "en los momentos difíciles" cuando es necesario "recomponer la organización, retomarle el pulso y relanzarla". Además, preguntado por el riesgo de escisión del partido en un baremo de cero a diez, Chivite lo situó "en cero". En este contexto, rechazó también la posibilidad de celebrar un congreso extraordinario y señaló que esta opción sería "un error". A su juicio, las voces del partido que piden su celebración deben "reflexionar un poco más" y no perjudicar "todavía más" la imagen del partido. "No sé cual es la razón de esta reclamación, en estos momentos política orgánica del partido tiene que ordenarse, en tiempos de crisis no hacer mudanza".
Su objetivo, adelantaba, es "mirar al futuro" con el planteamiento de que los socialistas "nunca han sido un problema" sino "parte de las soluciones". Y puntualizó que Puras no ha abandonado la política sino que "continúa en la Ejecutiva regional como responsable de la secretaría de Política Institucional".