El vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial y Administración Pública, Manuel Chaves, ha asegurado este jueves que no se plantea poner su cargo a disposición del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y ha acusado directamente al líder de los 'populares' andaluces, Javier Arenas, de ser el "muñidor" de una campaña creada contra él.
En declaraciones a los medios de comunicación tras presentar a la nueva delegada del Gobierno en Madrid, María Dolores Carrión, Chaves ha afirmado que las denuncias contra sus hijos no son "ninguna casualidad" y que esta campaña tiene "muñidores mediáticos" pero también un "muñidor político", de lo que ha señalado a Arenas, al que ha calificado como "el jefe del departamento de basuras del PP".
El ministro se ha excusado en que las acusaciones del PP se basan en "papeles robados" en el despacho de su hijo Iván, al que ha defendido asegurando que ejerce una actividad profesional "lícita y legal", por lo que ha advertido de que no está dispuesto "bajo ningún concepto" a que se convierta "en el centro de un debate político".
"Como presidente de la Junta de Andalucía habré podido cometer muchos errores, también aciertos. Como vicepresidente también cometeré errores. Hay motivos suficientes para abrir un debate político sobre mi actividad política, pero creo que es absolutamente deleznable y hace mucho daño a mi familia, que no tiene nada que ver con la política y se dedica a su actividad profesional", ha apuntado.
A su juicio, el PP "no ha podido asumir las seis derrotas electorales consecutivas" en Andalucía y por ello considera que Arenas, al que ha definido como "el gran perdedor de todas las elecciones" que se han celebrado en esta comunidad autónoma, es el "muñidor de toda esta estrategia, no sólo de ahora, sino desde hace ya mucho tiempo".
Para Chaves, la intención del PP es "enfangar el terreno de juego e intentar que se abra una causa general y universal en Andalucía". "Me parece absolutamente deleznable que en el debate político se utilice a la familia con un objetivo claro que es la destrucción personal y política del adversario", ha añadido. El vicepresidente tercero ha insistido en que su hijo Iván ejerce una actividad profesional "lícita y legal", si bien ha vuelto a manifestar que "si alguien está en contra de ella, simplemente tiene que acudir a los tribunales".
Chaves ha lamentado que lleva "sufriendo esta situación desde hace prácticamente tres años", primero con las acusaciones de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias cuando era presidente de la Junta andaluza por unos contratos otorgados a Matsa, la empresa en la que trabajaba su hija. Sin embargo, ha recordado que el Tribunal Supremo "dejó absolutamente claro por unanimidad que no había ninguna de las acusaciones" lanzadas en la querella que presentó el PP.
Sobre los actos a los que asistió en la multinacional andaluza Abengoa, compañía para la que también trabajó su hija, Chaves ha afirmado que se trata de una empresa "de las más importantes de España" que ha recibido ayudas de Estados Unidos. Pero también ha indicado, a raíz de las acusaciones de promocionar la empresa Bogaris con su presencia en un acto por intermediación de su hijo, que le parece "absurdo" tener que explicar su asistencia como presidente de la Junta andaluza. Es más, ha subrayado que en aquella ocasión saludó a Javier Arenas.
En lo que respecta a las últimas dimisiones en la Junta de Andalucía, el vicepresidente tercero ha vuelto a asegurar que en el PSOE-A "no hay ninguna crisis" y que "si alguien quiere sacar como conclusión que hay una ruptura entre Manuel Chaves y José Antonio Griñán, comete un grave error". "Yo apoyo al presidente de la Junta de Andalucía, entre otras cosas porque fui uno de los impulsores de su candidatura. Mi apoyo es incondicional, como militante del partido y como presidente de la Comisión Ejecutiva Federal, apoyo en el que coincidimos todos y cada uno de los miembros de la Comisión Ejecutiva", ha concluido.