L D (EFE) Chaves aclaró que el documento presentado es sólo "un punto de partida" y que no pide que los grupos "acepten mis propuestas, sino que se debatan las de todos".
Asimismo, el presidente andaluz apeló al consenso en torno a un Estatuto que "debe seguir siendo de todos", por lo que la reforma se debe hacerse con "un respeto absoluto" a la Constitución.
Para el PP, Chaves quiere dar "cobertura" a Maragall
El pacto de gobierno en Cataluña fue el telón de fondo de esta sesión, en la que la presidenta del PP-A, Teófila Martínez, acusó a Chaves de utilizar el debate de la reforma estatutaria como "coartada" para dar cobertura a los planes del Ejecutivo presidido por Pasqual Maragall, lo que consideró una "traición" a Andalucía. Las acusaciones fueron incluso más directas, después de que Martínez advirtiera de que, con los planes del nuevo gobierno catalán, Andalucía perderá 239.000 millones de pesetas anuales, lo que fue rechazado por el presidente de la Junta, quien replicó que el único que ha mermado los ingresos de esta Comunidad "ha sido el Gobierno de José María Aznar".
Otra de las críticas de la oposición fue la inoportunidad del debate, al considerar que un asunto de este calado no debería haberse planteado en puertas de las elecciones autonómicas de 2004, aunque Chaves defendió su conveniencia para que los ciudadanos sepan "qué dirección tomarán sus representantes en un tema trascendental". Chaves se mostró además convencido de que Andalucía puede "liderar" un nuevo impulso al Estado autonómico y negó el supuesto "seguidismo" hacia los postulados del modelo autonómico de Maragall, del que dijo que cree en la unidad nacional, tras lo que acusó al PP de ser ellos los que ponen "en peligro la unidad de España".
Martínez: "Debería darle vergüenza presentar ese papel"
Martínez recriminó a Chaves que "en vez de defender a Andalucía de estos intentos nacionalistas, está mareando la perdiz con la reforma a costa de lo que sea, incluso de hacer saltar por los aires la España solidaria que consagra la Constitución". Según Martínez, en democracia puede reformarse "todo lo que se quiera" pero con unas condiciones que cree que no se dan en este momento, y aseveró que ni siquiera las propuestas del documento para la reforma implican una modificación del mismo, tras lo que señaló que "debería darle vergüenza presentar ese papel cuando nada ni nadie le ha impedido hacer las cosas que dice el Estatuto".
El portavoz parlamentario de IU-LV-CA, Antonio Romero, apostó por una reforma de mayor profundidad y calado y abogó por avanzar en la construcción de un Estado federal, "alejado de todo proyecto segregacionista o independentistas, ya venga del PNV, CiU o PP frente a los que utilizan las tensiones soberanistas para sus fines partidarios o electoralistas". El portavoz del Partido Andalucista, José Calvo, defendió la reforma del Estatuto e incluso de la Constitución, aunque criticó el "tufo electoralista" de este debate. El portavoz del Grupo Mixto, Pedro Pacheco, sostuvo que la reforma es un "simple lifting, un cambio de fachada para no cambiar nada". Se trata de "darle un apoyo desde fuera al señor Maragall", concluyó.