Chaves, en la inauguración en Sevilla de las VI Jornadas de Comunicación de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), explicó su oposición a un acuerdo CiU-PSC, recordando que los socialistas han dedicado toda la campaña a poner en evidencia "las carencias, los déficit y las faltas de programas de CiU". "La verdad es que desde aquí lo consideraría fraudulento, sería un fraude a los propios electores", dijo Chaves, tras precisar que si "al final alguien tiene que garantizar la gobernabilidad, como fórmula excepcional es posible, pero en todo caso quienes tienen que tomar la decisión son los socialistas".
Demasiadas cualidades para un solo socio de gobierno
Preguntado por sus preferencias sobre las posibles coaliciones, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, contestó con una evasiva para evitar decantarse por una de las dos posturas que imperan en su partido: Ibarra (CiU) o Chaves (ERC). Zapatero dijo que su partido apuesta, además de por un Gobierno estable, por un Ejecutivo que garantice la cohesión territorial y respete el esquema constitucional.
Esto daría a entender que se decanta por CiU. Sin embargo, acto seguido, preguntado por los límites que tendría que tener el nuevo Gobierno catalán, respondió que a tenor de lo que expresaron los votantes en las urnas el pasado domingo el Ejecutivo debe ser "de cambio, de progreso y social" (lo que declina la balanza a favor de ERC y en contra de CiU). Sólo estuvo claro cuando pidió al PP y a Mariano Rajoy que "dejen trabajar" a las fuerzas políticas catalanas porque ellos allí son "irrelevantes". La aparición de Felipe González y las disertaciones sobre la "cohesión territorial", marcan ahora las evasivas del secretario general socialista.