En los Los Desayunos de TVE, Ana Pastor, entrevistó a un Manuel Chaves al que dejó explayarse sobre Gürtel y sobre la decisión del Supremo de juzgar a Garzón. Muy por encima, casi de puntillas, como ya hizo con los escándalos de Bono hace unos días, pasó esta vez por el caso Matsa y la subvención de 10 millones de la Junta a la hija del vicepresidente andaluz.
Sobre la decisión del juez Varela de sentar en el banquillo de los acusados al juez Garzón, el vicepresidente tercero del Gobierno dejó muy clara su postura: “espero que no sea su fin como juez”. Incluso fue más allá y llegó a insinuar un complot judicial contra Garzón al asegurar que tiene “la sensación de que algo está ocurriendo en el estamento judicial”.
En su defensa ciega del juez estrella, Chaves espetó que esta acusación “no es entendible bajo ningún concepto”. “La gente fuera de España no puede entender que un juez, por querer investigar los crímenes del franquismo, ahora se encuentre en esta situación”, sentenció.
Y su justificación fue muy curiosa. A su juicio, la decisión del Supremo “choca” porque en otros lugares se está viendo cómo las sociedades requieren que se investiguen los crímenes. Como ejemplo puso la masacre de Stalin en Katyn y donde Putin pidió perdón este miércoles. “Parece que aquí vamos a la contra”, dijo Chaves. El vicepresidente, sin embargo, no pidió a que se investiguen también los crímenes del bando republicano y especialmente otra matanza, la de Paracuellos, cuyo uno de los responsables sigue aún vivo.
Aunque admite que Garzón pudo cometer algún error en la instrucción, no ve suficiente para que sea inhabilitado y considera que “lo que choca es la situación” por lo que cree que “algo ha ocurrido en el seno del estamento judicial”.