Chacón aterrizó en Kabul a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Española acompañada del jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez. El embajador de España en Afganistán, José Turpín, fue el encargado de recibir a la ministra en el aeropuerto, al comienzo de un viaje que se había mantenido en secreto por razones de seguridad.
Además, Chacón descubrió un monolito en el aeropuerto de Kabul en recuerdo de los fallecidos en el accidente del Yak 42 y ante la presencia de algunos de sus familiares, que han viajado junto con la ministra desde Madrid.
"A los militares españoles que contribuyeron a la paz en Afganistán y perdieron la vida en Trebisonda (Turquía) el 26 de mayo de 2003", reza la placa estampada en el monumento.
Día de viaje
El viaje es una breve visita en la que la ministra mantendrá contactos con los mandos españoles para informarse de la situación en el país después de la celebración de las elecciones del pasado 20 de agosto, cuyos resultados provisionales han vuelto a dar la victoria a Hamid Karzai entre acusaciones de fraude aún por aclarar.
España asume la dirección y gestión del aeropuerto de Kabul con un contingente formado por 66 militares y cuatro guardias civiles bajo el mando del coronel del Aire Rubén García Servet. Este relevo, que España toma de Polonia, se enmarca en el plan de rotaciones establecido por la OTAN para ocuparse de las tareas de seguridad y de control de entrada y salida del país.
El nuevo contingente se suma a los 778 militares que integran de forma permanente la misión española en ISAF y a los 450 de refuerzo por las elecciones presidenciales. Así, la participación de España en Afganistán es la más numerosa de las que tiene en el extranjero -1.298-, seguida de la de Líbano -1.100-.