Chacón ha añadido, en declaraciones a Antena 3 que Defensa está estudiando si las condiciones de seguridad postelectorales en Afganistán requieren aumentar los efectivos del contingente permanente que España mantiene desplegado en el país asiático, y ha señalado que, si es así, lo solicitará al Parlamento.
Ha avanzado que está a la espera de que la OTAN concrete la operación desarrollada en la provincia de Kunduz, al norte de Afganistán, donde al menos 90 personas, de ellos la mitad civiles, han muerto en un bombardeo de las tropas internacionales.
La ministra de Defensa ha hecho hincapié en que las 41 naciones que tienen militares en Afganistán son "muy conscientes de que es fundamental" evitar "a toda costa" las bajas civiles para que la misión internacional tenga éxito.
"Cada baja civil aumenta el número de agentes de la insurgencia, y España ha insistido una y otra vez en ello", ha dicho la ministra antes de aseverar que así lo demuestra la actuación de los militares españoles en el incidente ocurrido ayer en el paso de Sabzak.
Así, ha explicado que fueron los propios soldados españoles los que, a pesar de haber solicitado previamente apoyo aéreo a la ISAF, cuando llegaron los helicópteros "Mangusta" decidieron que no actuaran "porque se podía poner en riesgo bajas civiles", y continuaron su operación por tierra.
Sin embargo, ha recalado que los militares contestaron a este ataque -producido en la misma zona donde el miércoles resultó herido un militar español- con "contundencia, como nuestras reglas de enfrentamiento permiten" y ha confirmado que fue perpetrado por "una banda perfectamente organizada".
Chacón ha agregado que en el incidente de ayer no hubo seis horas de continuo combate, sino que la necesidad de garantizar el entorno de seguridad alargó la actuación de las tropas españolas. Según la ministra, los insurgentes asaltaban el paso de Sabzak para extorsionar a los convoyes que intentaban atravesarlo.
Ha reconocido que "da lo mismo si son delincuentes comunes de la insurgencia, o bandas organizadas, o elementos organizados talibanes", porque "todos ellos tienen armas y todos ellos atacan".
"Somos muy conscientes, y lo son nuestras tropas, de que estamos trabajando en alerta máxima, de que esta es la misión más dura, más compleja y más arriesgada que España está llevando a cabo", ha concluido.
La vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó hoy que está "evaluando la seguridad" en Afganistán y que habrá un aumento de tropas si "los técnicos" lo solicitan. "En estos momentos estamos evaluando la seguridad y, en el caso de que los técnicos, como resultado de esa evaluación, así lo determinen adoptaremos las medidas que sean necesarias", aseguró la 'número dos' del Ejecutivo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
De la Vega indicó que todavía "hay que esperar" para saber si habrá un refuerzo militar en Afganistán pero dejó claro que "si hay propuesta en este sentido", el Gobierno la trasladará al Parlamento, de acuerdo con la Ley Orgánica de Defensa Nacional, que exige la autorización previa del Congreso a los despliegues de tropas en el exterior.
"Sabemos que estamos en una situación difícil, que nos enfrentamos a una situación de máxima alerta, especialmente complicada como consecuencia del proceso electoral que se ha llevado a cabo. Es evidente que parece que a los talibanes no les gusta la democracia", señaló.
De la Vega afirmó que "la misión es peligrosa" y subrayó que los militares están "preparados" y "cumplen a rajatabla" los protocolos de seguridad. En este sentido, hizo hincapié en que los militares españoles "están en Afganistán en un misión amparada por Naciones Unidas, para defender la democracia y los derechos humanos y para contribuir a la seguridad del país".