Cebrián ve a "Sarkozy más leal" con España que a Rajoy en la lucha contra ETA

LD (Efe) Es intolerable que en estas circunstancias", después del fin de la tregua de ETA, "el Gobierno no tenga el apoyo" del Partido Popular, dijo hoy el consejero editorial de PRISA, Juan Luis Cebrián, para quien "es más leal Sarkozy" que la Oposición del PP.

 

"El Gobierno dirige la política antiterrorista y los jueces y fiscales la ejecutan y eso lo tiene que entender el Partido Popular", dijo antes de aludir a "la radio de los obispos" (en referencia a la COPE) y a que esta cadena deslegitima al Gobierno diciendo que los atentados del 11 de marzo buscaban "quitar al Gobierno" de entonces.

Cebrián, que pronunció una conferencia en el Foro Sociedad en Red sobre la emergencia de Internet y la Sociedad de la Información, organizado por Europa Press, respondió a preguntas de los asistentes al encuentro y dijo que el PP se arrepentirá si no entiende que, "al margen de los errores del Gobierno, la unidad es fundamental si queremos acabar con ETA".

"Ahora bien, si lo que pasa es que el objetivo es acabar con Zapatero, entonces el asunto es otro", añadió Cebrián.

El periodista se mostró sorprendido y en desacuerdo con el protagonismo que para el terrorismo de ETA han generado Gobierno y oposición: ambos son "culpables" por igual de este grave error, dijo.

En este sentido expresó su extrañeza ante "el exceso de presencia en los medios de Otegi".

 

El PP no ha aceptado su derrota

"La crispación proviene del hecho de que el PP no ha aceptado su derrota del 14 de marzo" y eso, además, es un error, dijo, porque podría ganar las próximas.

Sin embargo, dijo también Cebrián, el Gobierno socialista "no está en peligro". Eso sí, "debe liderar la agenda política" o atenerse a las consecuencias.

"El resultado de las últimas elecciones municipales y autonómicas no es catastrófico para los socialistas, pero sí malo y deben reaccionar políticamente", señaló.

En todo caso, para Cebrián no es lógico esperar un adelanto electoral ante factores como "un gran balance económico, probablemente el más brillante de las últimas décadas". El problema, añadió, "es que no sé si serán capaces de explicarlo".