No tengo la menor duda que la crisis económica va a solucionar lo que hasta ahora no se ha atrevido a solucionar el Tribunal Constitucional.
Al final, gracias a los números, a los coscorrones contables, fallarán que el Estatuto de Cataluña es contrario a la Constitución.
Esto será el fin de Zapatero y Montilla, y el principio del fin del podrido e inviable Estado de las Autonomías.
Un país con el Tribunal Constitucional amenazado y/o dirigido es un país enfermo... ¿Y ZP-Capone y sus diversas bandas se creen que este asunto no afecta a las inversiones extranjeras y a la cotización de la Deusa Externa?... ¡¡¡Ja, ja!!!