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Carta de Salvador Ulayar a García Casquero

Por su interés, reproducimos íntegramente la carta de Salvador Ulayar Muniñano, que ha dimitido como delegado de la AVT en Navarra por discrepancias con la dirección.

A la junta directiva de la Asociación de Víctimas del Terrorismo

Al conocimiento de socios y compañeros.

Como sabéis, antiguos miembros de nuestra asociación formaban parte del equipo que dejó la AVT arruinada. Tras ello, fueron impulsando asociaciones autonómicas que después formaron una federación para hacer sombra a la renacida AVT.

Durante la negociación con Eta, naturalmente, los dirigentes de esas asociaciones funcionaron como coarta para Zapatero. La estrategia del gobierno consistió en escenificar a estas asociaciones autonómicas enfrentadas a nosotros para deslegitimar a la AVT, cuya posición representaba la de la inmensa mayoría de las víctimas. Además, no contentos con no oponerse a la negociación con nuestros asesinos, nos atacaban por nuestra pelea democrática, la Rebelión Cívica. Esa gente unida a los medios de comunicación afines a Zapatero, incluso a los hermanos Portero... nos acusaron de todo. Dijeron que a las víctimas no nos importa la política y que lo que interesa son las ayudas económicas. Dijeron que mientras nos gastábamos el dinero en manifestaciones y autobuses, descuidábamos la atención a los socios. Dijeron que nos importaba más atacar al gobierno que a Eta. Dijeron que la AVT era el cortijo de Alcaraz y que éste se aprovechaba de nuestra asociación económicamente. Atacando a nuestro presidente querían desprestigiarnos a todos, es decir, no se trata de un tema personal, como ladinamente argumentan algunos o algunas para restarle importancia, sino un asunto de fondo moral y político.

No existen palabras suficientes para detallar las falsedades y canalladas dichas contra el anterior presidente de la AVT. Nos machacaban con la cantinela de que estábamos politizados, al servicio del PP. En fin, que ese coro de insultadores nos hizo sufrir de firme con ataques sin cuento mientras nos la jugábamos frente a la negociación política con Eta.

En la asamblea general de socios que os eligió para gobernar la AVT tú, Juan Antonio García Casquero, te manifestaste continuador de la labor de la junta saliente. Ahora resulta que dices a los cuatro vientos y con insistencia, esa estupidez de que las víctimas tenemos que estar despolitizadas. Con ello hacéis buenas las acusaciones zapaterinas hacia la AVT de que estábamos politizados. Porque si no ¿a qué viene tanto insistir en ello? Pues a que diciéndolo como sin decir -cuanta gallardía la vuestra- decís que sí, que estábamos politizados. Os alineáis con ellos. Os afeé esa conducta y no recibí respuesta. Pero seguís con la murga. Además -y aquí está la trampa de ese estúpido argumento- hacéis un uso funesto, socialmente muy dañino, del concepto político. Dejáis ver que la política -sin más precisiones- es en las víctimas algo así como cosa del maligno. Casualmente el mismo manejo que hacen los del coro de insultadores que os he referido más arriba y que nos hicieron pasar un vía crucis completito.

Vosotros trasladáis, sí, sí, esta junta en comandita con esa gente, la perezosa idea de que lo político se limita exclusivamente a lo partidario, cuando lo político es propio del ciudadano que intenta saber en qué mundo vive y se interesa y participa de la vida ciudadana. ¿Cómo tú, que presides una asociación de ciudadanos, puedes decir que no debemos estar politizados? Es una evidente contradicción. Así pues, con este equívoco en el término que con tanta fruición fomentáis, cualquier víctima que esté politizada -que sea ciudadana- comete pecado de partidismo.

En este punto he de decir cómo veo mi yo ciudadano, cómo pienso en las víctimas de un proyecto político totalitario. A mi padre lo mató Eta en Navarra en pro de esos objetivos políticos, que son los del nacionalismo vasco, por tanto para destruir nuestra nación. Años antes de que aquellos cinco disparos secos lo tendieran muerto en la acera de nuestra casa, pero también en los años siguientes, mi padre y mi madre, mis hermanos y yo, sufrimos el acoso del nacionalismo vasco por razón de nuestras opiniones políticas ciudadanas. Todo para callarnos la boca. A Jesús Ulayar lo callaron a tiros, poderosa "razón" para que ni mis hermanos ni yo callemos en política. Nos costó caro, pero seguimos teniendo opinión política, porque seguimos siendo ciudadanos y no una suerte de disminuidos sociales, que parece que a esta junta, espero que sólo por ignorancia, le gusta que así sea. Ya se sabe, víctimas como objeto de piedad en lugar de victimas, sí, pero sujetos de derecho.

Rechazo, por lo tanto, la reducción de la víctima de la democracia a "víctima-herido", sin más trascendencia ni implicación política, víctima a la que le deben bastar medicinas y curas en su cuerpo. Punto. Que me digas que no debo estar despolitizado es una negra paradoja en boca del presidente de una asociación que cuenta con numerosas víctimas del proyecto político totalitario de Sabino Arana. Y es que nos quisieron tapar la boca a tiros para que no habláramos de política. Pensad un momento qué supone que te persigan y te maten por tu nombre y apellidos, por tus ideas políticas. Ideas que tienen mucho que ver con la nación Española. Así pues, sí; yo estoy politizado y mucho, que nada tiene que ver con ser partidista. Politizado y desde temprana edad en mi pueblo navarro de Echarri Aranaz, precioso rincón de España

Ahora estáis con la murga de la Santísima Unidad de las Víctimas. Durante la negociación con Eta la palabra mágica era la pazzz. Ahora la palabra mágica es la unidazzz. Y no ofrecéis una explicación decente de para qué esa unidad. ¡Anda, pues por la unidad de la víctimas! Yo sostengo que la unidad por la unidad es una engañifa para no dejarnos pensar. Una linda manera de domesticarnos. Habéis llegado al punto de fotografiaros y firmar conjuntamente un documento con personas de otras asociaciones y entidades que son totalmente decentes y respetables, pero también con esas otras del coro de los insultadores que tan bonitamente ahora resulta que son nuestros amigos. Más aún, como hermanos de sangre los catalogaste, presidente, en una entrevista a El Plural. En el documento que firmasteis nadie ofrece unas disculpas a la AVT, nada de nada. ¡Pelillos a la mar! Sólo se habla de lugares comunes y de la Santísima Unidad de las Víctimas. ¿De donde sacaste, Juan Antonio , estómago?

Pero, mira Juan Antonio, entre nuestros hermanos de sangre no figuran los componentes de la anterior junta encabezada por Alcaraz. Los que impulsaron con coraje político ciudadano la Rebelión Cívica. Pero tal vez para ti eran los que desunieron a las víctimas ¿no? En apariencia, estabais de acuerdo. ¿O no?

Cuando le fue retirada la escolta a Alcaraz, los sindicatos policiales pusieron el grito en el cielo porque les pareció una decisión muy precipitada y una venganza contra quien personificó nuestra Rebelión Cívica, término que, por cierto, habéis desechado. Ante este asunto de la escolta evacuasteis tarde y mal una nota de prensa repulsiva que dejaba al anterior presidente desprotegido pues su propia asociación le dejó de lado.

Cuando se conoció la infame sentencia del juicio del periódico Público, según la cual se puede decir que Alcaraz vivió de la AVT, siendo ello totalmente falso, esta junta no salió a decir públicamente nada en favor de Alcaraz, como era su obligación. Hombre, quien decía las falsedades publicadas por Público es un desvergonzado al que supongo que consideraréis hermano de sangre. Algunos de esos hermanos de sangre tienen la desvergüenza de testificar ante un juez a favor de medios de comunicación zapaterinos denunciados por la AVT por las barbaridades proferidas contra nuestra asociación y su anterior presidente, Alcaraz, contra el que algunos de esos ahora consanguíneos vuestros manifiestan una inquina personal, enfermiza y ridícula, pero despiadadamente persecutora. Me dan pena.

Cuando se publicaron informaciones según las cuales se estaban auditando en forma extraordinaria las cuentas de la AVT, trasladándose así a la opinión pública que esta junta estaba buscando irregularidades económicas a la junta precedente, fuisteis incapaces de hacer una nota de prensa enérgica desmintiéndolo negro sobre blanco. Y ahí quedó la duda en la opinión pública. Esto también os lo afeé y no os importó. A la junta de Alcaraz no se le puede acoger entre esos hermanos de sangre predilectos. Os negasteis a un encuentro organizado por mí para dirimir diferencias. Él aceptó, pero vosotros no. Tal y como te dije Juan Antonio, tú eres el presidente y tienes la responsabilidad de sentarte con tus antecesores por el bien de la AVT. Sospecho que no os atrevisteis a ese cara a cara porque vuestro "argumentario" no se aguanta.

El asociado Pedro Samuel Martín, portavoz de la AVT en Salamanca, pues no encontráis delegado para allí y concejal -¡¡¡oh, pecado de política!!!- en el pueblo de Carbajosa de la Sagrada, fue insultado gravemente por el alcalde, mezclando un asunto de política municipal con la condición de víctima de Pedro Samuel. Vosotros no defendisteis a la víctima, que es vuestra obligación estatutaria. Y además disteis por bueno el comunicado de supuesta disculpa del alcalde insultador que, claro, resultó otro insulto en el que no pedía perdón a Pedro Samuel Tragasteis la patraña. Además tú, presidente, te permitiste machacar a Pedro Samuel por correo electrónico directamente y también con alguna indirecta cobarde y ridícula. Total, que como esta víctima es crítica con vosotros además de un tipo magnífico… pues no pertenece a la selección de hermanos de sangre a los que se les perdona todo el calvario que nos hicieron pasar.

Así que esos hermanos de sangre que lo sean, si así os place, de esa junta. A mí que no me confundan con tal gente. No quiero olvidar las quejas por los modos que gasta el presidente Juan Antonio García Casquero con el magnífico equipo de trabajadores de la AVT. Esos despidos fulminantes e improcedentes, esos gritos de los que también puede hablar Carmen Miranda, que dimitió como miembro de tu junta harta de tus modos despóticos y en alguna ocasión ridículamente pomposos. Carmen, así como el tesorero dimisionario Antonio Muñoz, tampoco podrán clasificarse entre esos vuestros hermanos de sangre. De cinco miembros de la junta dos se van hartos, quedándoos en número inferior al exigido por los estatutos ¿Y no dais una explicación en condiciones? Os negasteis a una reunión colectiva de delegados con la junta para hablar de ello e intentar cerrar dimes y diretes que se iban propagando. La legalidad no os obligaba, pero el buen sentido sí.

Sigo con el trato a empleados y colaboradores. Han menudeado despidos de malísimos modos e improcedentes, con el costo económico que ello supone. El último responsable de prensa, contratado tras el despido de los anteriores, dimitió con no mejor atmósfera. El último despido fue también del género fulminante y de formas lamentables. Hablo de Nuria Fernández, mujer trabajadora, buena gente e implicada con la AVT más allá de su relación laboral. Se le presentó carta de despido relacionando una sarta de acusaciones y el presidente le conminó, con modos lamentables, a que se fuera en ese momento. Te gastas esos cariños. En fin, conozco algo a Nuria y no me creo las cosas que dice esa carta que considero un auténtico insulto. Pues nada, una mujer casada, con su marido trabajador, un niño pequeño y una hipoteca, a la puta calle por vuestra paranoia de desconfianzas.

Se supone que en la AVT tenemos una idea, siquiera aproximada, de qué es el dolor. Quien es capaz de actuar así no es digno de ser presidente de la AVT ni de un club de tute. Por no hablar de cómo se ha prescindido de servicios de profesionales de alto prestigio internacional, que nos facturaban por asesoramiento una mínima parte de lo que cobrarían a cualquiera. Es decir, un despacho implicado con las víctimas y que nos ha servido bien durante años. Pues los despedisteis por burofax, con un par Y así otros. El común denominador de estas cosas era su relación con el pasado, con la junta anterior. Vuestras desconfianzas exageradas, tal vez hijas de la inseguridad personal, os empujan a actuar de tan nefasto modo. De seguir así destruiréis un equipo humano que costó construir, para que cuando venga otra junta haga lo propio. Y luego otra y otra. Finalmente conseguiremos tener siempre a inexpertos al servicio de nuestros socios. Pero, eso sí, de espinazo muy flexible aunque se le pidan cosas improcedentes. Por ejemplo consultar expedientes sociales.

Algunas falsedades me han completado vuestro retrato. Las dos de la última reunión de delegados fueron clamorosas. El proyecto de implantación del sistema de calidad ISO en nuestro departamento social, en el que nos jugamos unos buenos dineros que habría que devolver si no se culmina. Dijisteis que se había paralizado porque el departamento social había comenzado los pasos sin autorización de la junta y resulta que al departamento le consta que tú, Juan Antonio , firmaste la petición. Quedé ojiplático. Por otro lado está vuestro inexplicable interés de disponer de acceso a los expedientes sociales de las víctimas, a lo que la responsable, como es su obligación legal y deontológica, se opone. Pues bien, a preguntas de un delegado sobre este tema, vosotros lo negasteis. Pero resulta que consulté al departamento y se me aseguró que les consta. Otras cuestiones me han sido referidas, pero es que estas falsedades las he palpado. Como aquella del presidente en una entrevista en la que respondiste que Antonio Muñoz, el ex tesorero, dimitió por problemas laborales. ¿Lo soñaste o mentiste para salir del paso? Antonio dimitió porque está muy en desacuerdo con tu gestión.

Total, que es difícil compendiar toda vuestra penosa gestión. Me dejo cosas en el tintero, pero con lo dicho hay bastante como para deciros que dimito como delegado de la AVT en Navarra. Desde 2004 que asumí el cargo han transcurrido unos años largos y difíciles, llenos de sentido y libertad. Ahora mi conciencia y mi libertad dicen: fin, adiós. Esto se terminó. He ido aguantando por daros un margen de confianza, por prudencia, por no andar en boca de nadie sin necesidad; pero ya vale. Decido que no quiero quedarme un minuto más en el cargo avalando con mi silencio vuestra gestión. Esto no implica en absoluto juicio sobre mis compañeros y compañeras, a quienes respeto Cada uno sabe qué hace y su porqué. Esta decisión es la que tomo yo para mí en este momento.

Doy por segura vuestra incomprensión y vuestra crítica por mi postura. También la de algunos interesados adalides de esa unidazzz vacua e intelectualmente perezosa que ahora se os acercan. Y sus ataques, públicos o privados. Pero eso no cuenta llegada la hora de escoger mi decisión. Cuando el anterior presidente dijo que en unos meses habíais hecho más daño a la AVT que ZP en cuatro años, pensé que derrapaba. Ahora admito que no disto demasiado de estar de acuerdo con esa afirmación.

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