(Libertad Digital) María Jesús Gómez escribe a Zapatero desde el sentimiento de una víctima de ETA. Su marido resultó gravemente herido el 30 de enero de 1987. Viajaba en el autobús del Ejército de Tierra que ETA voló en la plaza de San Juan de los Panetes. Fueron asesinados el comandante del ejército Manuel Rivera Sánchez y el soldado de reemplazo Ángel José Ramos Saavedra.
Así comenzaba el año para los terroristas en la capital aragonesa. Los cerraban el 11 de diciembre con una bomba contra el cuartel de la Guardia Civil de la Avenida de Cataluña. Era uno de los atentados más sangrientos. Fueron asesinadas once personas, entre ellas cinco niños. Por entonces, el jefe de ETA era Josu Ternera, el que ahora está negociando con el Gobierno. Cuando en 2002 fue procesado por este atentado huyó. Antes, en otra ofensa a sus víctimas, formó parte de la comisión de derechos humanos del Parlamento vasco.
A raíz del debate en Estrasburgo sobre la negociación con ETA, María Jesús Gómez ha decidido escribir una carta abierta a Zapatero. Le traslada que "quiere pensar" que tomará medidas ante el robo de 350 armas por parte de los etarras, "pues si no las adopta usted y su Gobierno, las consecuencias serán 350 nuevas víctimas de terrorismo". También le reprocha que haya dejado al descubierto "la catadura moral de parte del Parlamento Europeo".
"Señor presidente del Gobierno:
Espero que usted no descanse por la noche, pues eso me haría pensar que todavía tiene conciencia y que esta le impide dormir.
Espero que en algún momento del día se acuerde de que tiene una familia y que esa familia vive cómodamente y segura. Pero recuerde que durante mucho tiempo las familias y los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado ni tuvimos ni tenemos la suerte que tiene la suya. Hemos tenido que malvivir y procurarnos nuestra propia seguridad, pues coches blindados y escoltas hay sólo para los que llevan estrellas, para el resto ni había, ni hay.
También quiero pensar que usted adoptará medidas ante el robo de las pistolas en Francia por parte de ETA, pues si no las adopta usted y su Gobierno, las consecuencias serán 350 nuevas victimas de terrorismo.
También espero no tener que oírle decir que usted es solidario con las victimas del terrorismo, por favor, no nos ofenda más. Nos hace tanto daño como el Sr. Ibarreche con sus declaraciones hipócritas.
Desde que usted pidió en el Parlamento español apoyo para la empresa suicida en la que nos ha embarcado, me demostró la cobardía y el "ensillonamiento" de parte de la clase política española. Ahora usted ha dejado al descubierto también la catadura moral de parte del Parlamento Europeo.
Supongo que es la estrategia que usted utiliza para amortiguar el golpe del desastre al que nos esta abocando. De esa manera ¿se diluiría la culpa? ¿O es que quizás, usted duerma bien por la noche y somos las victimas del terrorismo y gran parte de la ciudadanía los que no descansamos, pues somos conscientes del peligro que entraña negociar con asesinos?"