Carod cree que la mayoría de los católicos catalanes "está en contra" de la COPE por su "actitud anticatalana"

L D (Europa Press) El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, ha reclamado este lunes que el concordato entre el Estado Español y la Iglesia Católica sea revisado y adaptado a la realidad del siglo XXI, a fin, dice, de evitar situaciones de privilegio y de discriminación con respecto a las otras confesiones religiosas.

Carod Rovira se ha referido a la revisión de los acuerdos entre la Iglesia Católica y el Estado Español en la rueda de prensa posterior a la reunión de la ejecutiva de ERC, en la cual ha sido acordado el reglamento por el que se regirá la elección de candidatos de Esquerra a las elecciones municipales del 2007.

La ejecutiva de ERC también ha debatido los diversos modelos de acogida de la inmigración que existen en los países de la UE, y respecto a los posicionamientos de la Iglesia Católica en España, el líder republicano se ha referido a la presencia de obispos en la manifestación que hubo recientemente en Madrid contra la nueva Ley de Educación. "Creo que ni a la jerarquía católica ni a ningún gobierno democrático les conviene tener una mala relación mutua, sería más adecuado encontrar espacios de diálogo y complicidad", ha recalcado Carod Rovira antes de recordar que, al contrario de lo que sucede ahora, los obispos no fueron vistos "en las manifestaciones contra la guerra".

Según el líder de ERC, la jerarquía eclesiástica española "debería reflexionar y ver si participar (en manifestaciones en desacuerdo con una ley) es la mejor forma de actuar respecto a un gobierno democrático". En su opinión, los obispos deberían extender dicha reflexión o "análisis" a la política de medios de comunicación que impulsa la Conferencia Episcopal, y en este sentido, ha expresado su convencimiento de que la mayoría de ciudadanos de Cataluña y la mayoría de católicos catalanes "están en contra" de la actitud "anticatalana" de medios como la COPE.

Para el presidente de ERC, "ha llegado el momento de que el Gobierno empiece a revisar si los acuerdos existentes entre dos Estados, el español y el del Vaticano, tienen que seguir igual o bien han de ser adaptados a los nuevos tiempos, al siglo XXI".