El presidente de la Generalidad valenciana sigue jugando a dos bandas. Según ha podido saber Libertad Digital, llama constantemente a Ricardo Costa para decirle que no tiene de qué preocuparse porque, lo antes posible, formará parte del Gobierno autonómico en un puesto de máxima relevancia. Paralelamente, le relega al escaño 98 de las cortes regionales -el último del Grupo Popular-.
Concretamente, le ha prometido una consejería "mucho antes de que se celebren las elecciones regionales". "Tendrás una consejería, será inmediato", le dijo.
A esto se suma, según fuentes consultadas, que Francisco Camps ha ordenado a los suyos que sigan tratando a Costa como su secretario general. De hecho, mantiene su despacho en la sede del PPCV, utilizando coche oficial y percibiendo exactamente el mismo salario.
Una promesa que va en contra de los intereses del presidente del PP, que no quiere volver a ver a Costa en un puesto de responsabilidad. "No volverá a ser secretario general, ha sido cesado de sus funciones y no ha tenido un comportamiento correcto", zanjó María Dolores de Cospedal, dejando clara la postura de Génova.
Sin embargo, el objetivo del presidente regional es "mantener a Costa contento y evitar que salga a la palestra y haga declaraciones a los medios". "Le hace la pelota, le engaña, como también miente a Rajoy", interpreta un destacado dirigente del PP valenciano.
Objetivo: controlar a Camps
En cuanto a los movimientos en el seno del PPCV, promovidos por Génova, para controlar a Camps y restarle poder, este periódico ha podido saber que continúan "muy activos" aunque todavía no se ha producido la reunión entre los líderes provinciales: Alfonso Rus (Valencia), Carlos Fabra (Castellón) y José Joaquín Ripoll (Alicante).
Sobre este asunto también se ha referido el sector empresarial, muy importante en la Comunidad. Según fuentes consultadas, le habría transmitido a Rajoy que "con Camps el PP no vuelve a ganar en Valencia".