El presidente de la Generalidad valenciana, Francisco Camps, que hizo estas declaraciones a los periodistas antes de presentar en el Foro de Opinión una conferencia del eurodiputado del PP Carlos Iturgáiz, se refirió así a los detalles del auto del Supremo que ordena al TSJ valenciano reabrir la investigación en esta comunidad del caso "Gürtel".
"Todos los hechos son falsos", señaló para reiterar que "nadie" le ha regalado "nada de lo que se dice" en esa investigación judicial, así como para añadir que el auto del Supremo "deja claro" que este es "un tema de tres trajes, no de adjudicaciones irregulares en la Administración autonómica o de financiación irregular del Partido Popular".
Asimismo, señaló que el presidente del Gobierno y su vicepresidenta primera "tienen mucho que ver en esta historia y se sabrá el día de mañana", por lo que les recomendó que, "si creen en la democracia, que ganen las elecciones en las urnas". Así, insistió en que tiene "la tranquilidad y la seguridad" necesarias para seguir trabajando e ironizó con que "al final" será el culpable de que "la gente no vote a los socialistas".
Camps aseguró que su defensa dispone "ticket de compra por ticket de compra" para rebatir las acusaciones de haber recibido regalos de la trama corrupta. Esos justificantes, dijo, "llegaron cuando se cerró el asunto" en el TSJCV, el pasado mes de agosto, y certifican "claramente" que "todo es un montaje y que todos los documentos –presentes en el sumario contra él– son falsos".
"Eso es una buena parte de la defensa que vamos a hacer, la defensa del inocente, de quien no ha hecho nada", agregó para recordar la existencia de "conversaciones capitales y esenciales en esta historia" grabadas a los cabecillas de la trama que le exculparían pero que fueron declaradas ilegales por el TSJM.
"Alguien decidió que –esas conversaciones– no llegaran a Valencia antes de que comenzara aquí el proceso", señaló el jefe del Gobierno valenciano, quien llegó a la conferencia de Iturgáiz acompañado por su esposa y uno de sus hijos, y que se abrazó a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tras hacer estas declaraciones.
El Supremo, según insistió, "no ha podido usar esas conversaciones" en el auto conocido la semana pasada y sus argumentos hechos públicos este miércoles porque "alguien intentó por todos los medios que nadie conociera que eran exculpatorias y que el montaje se venía abajo".
Camps manifestó que no tiene "ningún tipo de carga de conciencia respecto a nada" para "hablar ante quien corresponda, en este caso ante las instancias judiciales, para explicarles una y otra vez que la verdad no es ésa", sino que está "en quien les habla". Tras reiterar que desde que está en política "nunca" se ha enriquecido, ccriticó que "la opinión pública, los partidos políticos y la Justicia" tengan "una doble vara de medir" los regalos que pueden recibir los cargos públicos.
"Pido que me expliquen –señaló en este sentido– la diferencia entre mi caso y el de la presidenta del Constitucional", María Emilia Casas, pues "a ella se le archivó de plano y a mí me lo reabren". "Me gustaría saberlo, independientemente de si ha sido por su condición o por su ideología, porque en España para muchas cosas la ideología cada vez pesa más", ha añadido para insistir en que los documentos que utilizará su defensa "clarifican y evidencian que todo se trata de un tremendo montaje".
Horas antes, se había mostrado "feliz" tras conocerse el contenido de la sentencia del Tribunal Supremo que reabría la causa del caso Gürtel contra él y otros altos cargos del PP valenciano por un presunto cohecho impropio, al tiempo que auguró que "esto termina antes de lo que imaginaba".
Su optimismo contrastaba, en mucho, con la honda preocupación que existe en Génova. Fuentes del aparato confesaron a Libertad Digital que el auto del Supremo es “durísimo” a la par que “muy clarificador” .