No pintan bien las cosas para Francisco Camps en este 2010. Basta una ronda de contactos con dirigentes del PPCV y diputados nacionales de esta comunidad para darse cuenta de que el año ya estrenado acarreará más de un quebradero de cabeza al Gobierno valenciano y, por extensión, a Génova 13.
El primer asunto citado por todos los consultados es el mismo: el caso Gürtel. Recuerdan en las filas del PP que la Fiscalía Anticorrupción recurrió, bajo petición previa de la vicepresidenta De la Vega, el archivo de la trama valenciana que dictó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad (TSJCV).
"Su implicación personal es un verdadero problema para el partido, y ya no puede utilizar a Ricardo Costa como parapeto", explica un crítico con la gestión del Ejecutivo autonómico, que pone el acento en que "la mayoría" del PPCV ya no confía en la forma de hacer del presidente valenciano.
Precisamente, el caso del ex secretario general de los populares valencianos es otro de los asuntos que todavía queda en el aire. Esta misma semana, el Comité de Derechos y Garantías le remitirá su pliego de cargos para que, en el plazo de quince días, pueda presentar las alegaciones que estime conveniente.
La doble vara de medir de Francisco Camps en este sentido también le ha creado enemigos. "Lo que pasó con Costa ha provocado un deterioro importantísimo de puertas para dentro, ya nadie confía en él, ha mentido a diestro y siniestro y se ha saltado a la torera la decisión del Comité Ejecutivo regional", resume un parlamentario valenciano.
Un doble rasero que, según recuerda este mismo dirigente, también aplicó a la dirección nacional del partido, lo que, a su juicio, ha provocado un distanciamiento "insalvable" con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y, en menor medida, con Mariano Rajoy.
"Ahora no es Rajoy quién busca la foto con Camps sino al revés, yo estoy convencido de que Génova está a la espera de lo que dicten los tribunales para tomar o no medidas drásticas que afecten incluso a la presidencia valenciana", argumenta otro dirigente muy descontento con la gestión del Consell autonómico.
Tampoco es buena la relación de Camps con los dos principales dirigentes valencianos en Madrid: Esteban González Pons y Federico Trillo. El deterioro es "evidente" con el vicesecretario de comunicación. "Considera que está ido, más que distanciamiento hay enfrentamiento", resume un miembro de la Ejecutiva regional.
A esto se suma, según un cuarto diputado consultado, que el Ejecutivo regional es de un perfil "bajísimo" por lo que todas las miradas se centran constantemente en Camps con el consiguiente desgaste. "Las sesiones de control al Gobierno se han convertido en una lucha continua en la que el president se tiene que someter a un acoso sistemático del PSOE y Compromís", explica.
Los sondeos internos, con Camps
Una situación de inestabilidad que, según aseguran fuentes oficiales, no tendría efectos electorales si hoy se celebraran elecciones autonómicas. Sondeos internos, a los que ha tenido acceso Libertad Digital, apuntan a que el PPCV podría alcanzar los 56 escaños en las Cortes regionales -actualmente tiene 54- mientras que los socialistas se desplomarían.
"Puede que Camps no haya hecho las cosas bien, pero oficialmente Rajoy le respalda y en la comunidad la gente sigue confiando en él... será el reelegido presidente de todos los valencianos", resalta un dirigente afín al presidente regional, si bien admite "errores" en la gestión de la destitución de Ricardo Costa.
Sea como fuere, la inmensa mayoría coincide: "éste no será un buen año para Camps". De su futuro depende, en gran medida, el levantamiento total del secreto sumarial del caso Gürtel y la decisión del Tribunal Supremo sobre el recurso de la Fiscalía.