Francisco Camps le dio la llave para que pudiera volver a optar a la presidencia del PP tras su segunda derrota en la contienda electoral con José Luis Rodríguez Zapatero, pero ahora ve como Mariano Rajoy opta por demorar su designación.
A su apoyo previo al convulso Congreso de Valencia, y a su afable relación, se agarran como un clavo ardiendo en el Partido Popular de la Comunidad Valenciana para afirmar con rotundidad que Camps será el candidato a la Generalidad. Sin embargo, la formalización, que tiene que llegar de Madrid, sigue demorándose, y el entorno del presidente valencianoreconoce que está "desesperado".
"No sabe qué hacer para que Rajoy le proclame. Le ha llamado, se lo ha insinuado, pero sabe que la relación que mantienen no es la de antes. Que ahora es un estorbo", traducen fuentes del propio PPCV, estas proclives a que Rajoy se deshaga del barón autonómico.
Tal es la situación de estrés de Camps que, este mismo jueves, se reproducían una serie de informaciones confusas por parte de su equipo. Concretamente, su directora de campaña, Paula Sánchez León, avanzó que la ansiada proclamación se producirá los días 4 y 5 en la capital de las Islas Baleares, donde el PP tiene previsto celebrar un mega-acto de cara a las elecciones autonómicas y locales.
Un extremo negado, pocos minutos después, por un portavoz autorizado del PP, que recalca que en la cumbre de Palma se anunciará el Programa Marco de la formación para los comicios y que, lógicamente, estarán los cabezas de cartel, proclamados oficialmente o no.
"Camps está invitado, como no podía ser de otra forma" pero eso no quita para que el evento "vaya a ser un acto de proclamación" del presidente valenciano, rematan en Génova, donde las palabras de Sánchez causaron "rareza y sorpresa".
Dicho lo cual, oficialmente y para la dirección nacional, "Camps es el mejor candidato a la Generalitat", según apuntó Cospedal el lunes, para rematar que estaba "segura" de que los valencianos le iban a dar su apoyo.
De hecho, fuentes solventes insisten a Libertad Digital que la intención de Rajoy es mantenerle salvo un "maremoto judicial" que le obligara a instarle a que tire la toalla. "En público vamos a decir que le apoyamos, en privado te puedo decir que estamos asustados. La espera está siendo eterna", manifestaba, gráfico, un maitín.
El caso de Cospedal
Situación nada semejante se da en Castilla-La Mancha. En poco más de una semana María Dolores de Cospedal tendrá su puesta de largo como cabeza de cartel de las elecciones. Una proclamación que cuenta con el respaldo cerrado de la dirección nacional, que estará ampliamente representada.
El pasado 30 de noviembre, Cospedal ya tuvo otro gran acto para presentar su programa económico, que contó además con el aval de Rodrigo Rato y su equipo. Entonces, Rajoy estuvo a su lado, como también lo estará en el fin de semana del día 18.
Y es que, como no se cansan de repetir en el PP de C-LM, el presidente los populares acude "como mínimo" una vez a la semana a la comunidad, siendo la que más pisa seguida de Andalucía y Aragón. Él mismo lo anunció, en una reciente conversación con periodistas: "Es lo que toca", afirmó, haciendo referencia a esos sondeos que, por primera vez en la historia, auguran una victoria de los populares en este tradicional feudo socialista.
Pocas son las dudas que afectan a la candidatura de Cospedal, más allá de quienes le acompañarán en los primeros puestos de su lista electoral. "Serán de la tierra, los que siempre han estado conmigo", vino a decir la también secretaria general en la Convención Nacional celebrada recientemente en Sevilla. Dicho lo cual, en el cuartel general de los populares no descartan una píldora de novedad en forma de revulsivo.
"Estamos tranquilos y convencidos de que vamos a ganar en Castilla-La Mancha y lo vamos a dar todo para que así sea", remató recientemente un miembro de la dirección nacional.