Caamaño: "La visión aznariana de España no es la visión de la Constitución"

En una rueda de prensa en Vigo, previa a su participación en un almuerzo-coloquio organizado por el Círculo de Empresarios de Galicia-Club Financiero Vigo, el ministro ha afirmado que la Constitución "descansa en la idea de la descentralización política" y en reconocer la diversidad integrándola, para hacer una España "más unida y más fuerte".

Así, frente a estas ideas, ha colocado las defendidas "a menudo por el señor Aznar de confrontar las comunidades autónomas, de confundir la igualdad con la uniformidad, de manera deliberada, e imponer en lugar de integrar".

"Esa España no es la que está en la Constitución", ha insistido, al tiempo que también ha afirmado que, entre otras cosas, lo que los ciudadanos quisieron en 1978 fue dejar que quedase atrás la "intolerancia cultural y lingüística de otras épocas".

"El Estatuto de Galicia, lo que los gallegos determinen"

En referencia a la revisión estatutaria del Estatuto gallego, ha abogado por, en primer lugar, leer la totalidad de la sentencia sobre el texto catalán, haciendo así un "ejercicio de prudencia" antes de emitir una valoración.

No obstante, ha asegurado que el Estatuto de Galicia "ha de ser aquello que los ciudadanos de Galicia, a través de sus representantes en el Parlamento, determinen dentro del marco de la Constitución" y que, además, "serán ellos los que decidan qué sentimientos quieren expresar en el preámbulo", siendo conscientes de que esa parte del texto carece de valor jurídico –ante la posibilidad de que el término nación pudiese figurar en el texto gallego–.

Al respecto de los preámbulos, el titular del Ministerio de Justicia también ha juzgado importante subrayar que, antes que el PP recurriese el Estatuto de Cataluña –que incluye el término nación en el preámbulo–, ya existían dos sentencias del Constitucional donde se decía que el preámbulo no tenía valor jurídico.

Por ello, ha afirmado que el PP, pese a conocer esta información, decidió recurrir el Estatuto "seguramente por una sola razón, para prolongar un debate político que había perdido en el Parlamento".