Dijo Botín que las conversaciones sobre el patrocinio de estos cursos se mantuvieron entre la Universidad y el director del Santander en Estados Unidos, Gonzalo de las Heras, según informaron fuentes de la defensa.
El presidente del Santander declaró esta mañana como testigo ante el magistrado del Supremo que instruye la causa abierta al juez de la Audiencia Nacional por prevaricación y cohecho, en virtud de una querella presentada por los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, que sostienen que existe una relación entre estos cursos con la decisión de Garzón de no admitir a trámite una querella contra directivos del banco.
Según informaron las fuentes consultadas, durante sus dos horas y media de declaración, Botín explicó que tuvo conocimiento de los cursos que su entidad patrocinó en Nueva York porque De las Heras se lo comunicó "por deferencia jerárquica o profesional", pero aseguró que "jamás se le pasó por la cabeza que se tratara de pagos a una persona física" y, en concreto, que fueran dirigidos a Garzón.
No son amigos
Además, Botín ha aclarado que no es amigo de Garzón, aunque ha explicado que lo conoce de cuando el juez era secretario de Estado, a principios de los años 90, y después lo ha visto "en alguna ocasión" en actos sociales, insistiendo en que esta relación "en absoluto" es de amistad. Sobre el tratamiento de 'querido Emilio' que Garzón le profirió en una carta de agradecimiento por el patrocinio, ha asegurado que, como presidente del Santander, él lo utiliza todos los días con decenas de personas a las que no ha visto nunca.
El instructor de la causa ha decidido continuar con la toma de declaraciones a testigos y ha cita a declarar para los próximos días el vicepresidente segundo y consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Saiz, para el 26 de mayo; el ex presidente de CEPSA Carlos Pérez de Bricio, para el 2 de junio, y la directora adjunta del Centro Rey Juan Carlos, Laura Turégano, el 10 de junio.