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Botella denuncia el silencio de las asociaciones de mujeres tras las declaraciones de Maragall

María Teresa Fernández de la Vega ha recordado al presidente de la Generalidad que la violencia doméstica es un "drama o tragedia social" que surge del "maltrato, la humillación o la violación" a una mujer y "lo otro", en referencia a la situación del gobierno catalán, "corresponde al debate político". Esperanza Aguirre se ha sumado a las críticas y Ana Botella se preguntó que habría pasado si un miembro del PP hubiera hecho estas declaraciones. Mientras, la presidenta del Institut Catalá de la Dona ha respaldado a Maragall. 

(Libertad Digital) La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha reprochado este lunes al presidente de la Generalidad, Pasqual Maragall, sus declaraciones del domingo en una recepción previa al Día Internacional de la Mujer en las que llegó a decir que el Gobierno catalán "se siente a veces como una mujer maltratada".
 
Para De la Vega, la situación del tripartito catalán y la violencia contra las mujeres "son términos no comparables"  y que "responden a situaciones opuestas" por lo que, según indicó, no se pueden ni deben mezclar. La vicepresidenta recordó en una entrevista en Telecinco que la violencia doméstica es un "drama o tragedia social" que surge del "maltrato, la humillación o la violación" a una mujer y "lo otro corresponde al debate político". La violencia contra las mujeres es "un tema que pertenece al ámbito social y contra el que todos debemos luchar" y no es "nada comparable" a la situación del gobierno catalán. "En Cataluña han ocurrido muchas cosas que entremezcladas han provocado que se cree un clima de tensión política", dijo De la Vega, que apuntó que "el problema más importante" es el de los ciudadanos afectados "por el accidente del Carmel", aunque "está en vías de solución".
 
En declaraciones a Telecinco, la esposa del anterior presidente del Gobierno y concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, ha coincidido en que "no se puede comparar "la situación de una mujer maltratada con las críticas que sufre un Gobierno, algo que es "normal en un régimen democrático". Botella se preguntó "qué hubiera ocurrido si un miembro del Gobierno del PP hubiera salido comparando la crítica a ese gobierno con las mujeres maltratadas". "Tendríamos ahora mismo a las 300 o 400 asociaciones de mujeres maltratadas que existen en este país, o de mujeres simplemente, poniendo el grito en el cielo, con mucha razón", afirmó la concejala madrileña, que lamentó no haber visto, "por el momento", a ninguna asociación de mujeres que "realmente" haya hecho formalmente protesta contra las declaraciones del señor Maragall.
 
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, calificó en Antena 3 de "lamentables, desacertadas y poco afortunadas" las declaraciones de Maragall y afirmó que "la sensación de una chica que recibe malos tratos no puede en absoluto compararse a un problema político". Aguirre dijo que sus palabras le recuerdan a las pronunciadas por Rafael Simancas, cuando se produjo el abandono de los diputados Tamayo y Sáez, y en las que el líder de la oposición madrileña expresaba sentirse "como una violada, sin querer especificar cómo es de oscuro el callejón o cómo es de corta la falda".
 
En contraposición a estas opiniones críticas han surgido algunas voces de apoyo a Maragall.
Marta Selva, presidenta delInstitut Catalá de la Dona, que opina que la afirmación de Pasqual Maragall de que el gobierno catalán "se siente a veces como una mujer maltratada" no "debe sacarse de su contexto y, en cambio, sí debe valorarse el compromiso del ejecutivo para erradicar la violencia hacia las mujeres". La consejera de Bienestar y Familia de la Generalidad,Anna Simó, defendió también que las palabras delpresident"no se deben sacar de contexto ni elevarse de categoría" y afirmó que "sería tramposo y una frivolización" descontextualizar las declaraciones. Por su parte, la presidenta de la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas,Angelina Uríos, considera que el símil del presidente de la Generalidad no es "desafortunado". "Si el presidente se siente maltratado es el mejor símil que podía encontrar", afirmó Uríos a Europa Press, y añadió que ello "es un reconocimiento del dolor de las mujeres maltratadas".

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