(Libertad Digital) Los doce magistrados que componen el Tribunal Constitucional, encabezados por la presidenta de la institución, María Emilia Casas, se encontraban este martes en la localidad francesa de Estrasburgo, donde iban a realizar una visita a las principales instituciones comunitarias que tienen sede en la ciudad, como el Parlamento Europeo o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El problema surgió cuando se personaron en la sede de la Cámara europea, donde habían acordado su visita con el presidente de la misma, el socialista español Josep Borrell, con el que incluso iban a tener una entrevista personal de aproximadamente media hora de duración. Tras personarse en la puerta convenida, los funcionarios de la Cámara, que no habían sido informados por la oficina de Borrell de la visita, desviaron a los miembros del alto tribunal hacia la entrada de visitantes, a la misma que usan los grupos de jubilados, estudiantes y personas que se acuden a las visitas en grupo que de forma habitual organizada el Parlamento europeo.
Tras muchos minutos de espero entre acreditaciones, fotografías, arcos de seguridad... los miembros del alto tribunal contactaron con la oficina de Borrell para acelerar los trámites e intentar llegar a tiempo a la entrevista que en principio estaba acordada, o para que, incluso, el propio el presidente de la Cámara bajase a recibirles. Desde la oficina de Borrell hicieron caso omiso a las llamadas de los miembros del Tribunal Constitucional, por lo que, conscientes ya del plantón que les estaba dando el presidente del Parlamento Europeo optaron por abandonar las instalaciones comunitarias.