L D (EFE) Borrell, que hacía estas declaraciones ante el Comité Federal de las Juventudes Socialistas, en la sede del PSOE, en la apertura del "Euroforo Joven", considera que sería "lamentable" que la juventud que se movilizó en marzo, se desmovilice a la hora de prorrogar el cambio en Europa, "creyendo que ya está hecho, que ya está ganado y que Europa no tiene tanta importancia como decidir quién nos gobierna directamente".
El cabeza de lista de los socialistas pedía a los jóvenes allí reunidos que abandonaran el "pensamiento beatífico y maniqueo de que Europa es buena y estupenda; Europa -dice- tiene muchas carencias que hay que corregir y la Europa posible será distinta según quien la apoye". Dice que se está planteando que puede haber mucha abstención y el resultado dependerá de quienes sean los abstencionistas, por lo que insiste en que "la izquierda tiene que identificar su proyecto en Europa para que los ciudadanos perciban que hay algo por lo que movilizarse".
Josep Borrell considera que el problema está en que la gente no percibe diferencias entre lo que harían unos y otros, "¿para qué molestarse en escoger entre A y A?. mejor será entonces abstenerse" y por ello insistió en que la gente "debe de percibir que hay algo por lo que movilizarse". Así, pide "muy encarecidamente" a la organización que "se mueva a fondo" para las próximas europeas y recuerda que tras las elecciones del 14 de marzo los jóvenes pudieron apreciar que "la política sirve para algo" y decía, como ejemplo, que sin ese cambio "nuestras tropas no hubiesen vuelto de Irak".
Borrell insiste en una idea que ya destacaba en otras intervenciones: "España no hubiese podido retirar las tropas de Irak, ni Alemania ni Francia se hubiesen podido oponer a Estados Unidos si no hubiese existido el euro". El candidato socialista explicaba cómo un país "con su pequeña moneda nacional está condenado a soportar los ataques de la guerra monetaria en mercados financieros", "ni Francia, ni España, ni Alemania hubiesen aguantado una ofensiva contra su moneda, nos hubieran devaluado tantas veces como hubiesen querido hasta hacernos ponernos de rodillas", como le ocurrió a Mitterrand en los años ochenta.
Borrell señalaba ante el Comité Federal de las Juventudes Socialistas, que reunió a 170 miembros, que si la derecha gobierna en Europa "el mercado de trabajo será más desregulado, con menos normas de protección, y el empleo y el crecimiento no serán una prioridad". Sin embargo, dice, si gobierna la izquierda "podéis esperar que esa política contribuya más a un futuro no sólo de paz sino también de bienestar y compromiso con los gobiernos globales".
En el acto de apertura y antes de Borrell también intervenían la candidata socialista al Parlamento Europeo Iratxe García y la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Lucía Sala, que han coincidido en el reto de acercar el proyecto de la UE a los jóvenes.
El cabeza de lista de los socialistas pedía a los jóvenes allí reunidos que abandonaran el "pensamiento beatífico y maniqueo de que Europa es buena y estupenda; Europa -dice- tiene muchas carencias que hay que corregir y la Europa posible será distinta según quien la apoye". Dice que se está planteando que puede haber mucha abstención y el resultado dependerá de quienes sean los abstencionistas, por lo que insiste en que "la izquierda tiene que identificar su proyecto en Europa para que los ciudadanos perciban que hay algo por lo que movilizarse".
Josep Borrell considera que el problema está en que la gente no percibe diferencias entre lo que harían unos y otros, "¿para qué molestarse en escoger entre A y A?. mejor será entonces abstenerse" y por ello insistió en que la gente "debe de percibir que hay algo por lo que movilizarse". Así, pide "muy encarecidamente" a la organización que "se mueva a fondo" para las próximas europeas y recuerda que tras las elecciones del 14 de marzo los jóvenes pudieron apreciar que "la política sirve para algo" y decía, como ejemplo, que sin ese cambio "nuestras tropas no hubiesen vuelto de Irak".
Borrell insiste en una idea que ya destacaba en otras intervenciones: "España no hubiese podido retirar las tropas de Irak, ni Alemania ni Francia se hubiesen podido oponer a Estados Unidos si no hubiese existido el euro". El candidato socialista explicaba cómo un país "con su pequeña moneda nacional está condenado a soportar los ataques de la guerra monetaria en mercados financieros", "ni Francia, ni España, ni Alemania hubiesen aguantado una ofensiva contra su moneda, nos hubieran devaluado tantas veces como hubiesen querido hasta hacernos ponernos de rodillas", como le ocurrió a Mitterrand en los años ochenta.
Borrell señalaba ante el Comité Federal de las Juventudes Socialistas, que reunió a 170 miembros, que si la derecha gobierna en Europa "el mercado de trabajo será más desregulado, con menos normas de protección, y el empleo y el crecimiento no serán una prioridad". Sin embargo, dice, si gobierna la izquierda "podéis esperar que esa política contribuya más a un futuro no sólo de paz sino también de bienestar y compromiso con los gobiernos globales".
En el acto de apertura y antes de Borrell también intervenían la candidata socialista al Parlamento Europeo Iratxe García y la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Lucía Sala, que han coincidido en el reto de acercar el proyecto de la UE a los jóvenes.