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BOMBAS DE ETA: El nitrato amónico y dos robos en Francia sin esclarecer

No es un explosivo propiamente dicho pero sí en potencia. El nitrato amónico se usa principalmente como fertilizante y está sujeto a una normativa para su transporte dada la peligrosidad de una eventual mezcla. En mayo de 2004, se produjeron dos robos en Francia de nitrato amónico; en total, 1.700 kilos. ETA ha usado poco más de 200 gramos en cada explosión en la que ha usado este compuesto.

(Libertad Digital) La banda terrorista ETA ha recibido duros golpes a sus arsenales en España y Francia. Siempre han tratado de recuperarse durante paréntesis como la última tregua-trampa. En las operaciones hispano-francesas de Grenoble y Plevin, ETA se quedó sin dinamita. Pero las sustancias explosivas no son difíciles de conseguir para los terroristas.
 
Además de diversas formas de explosivo plástico como la Titadine o la Goma 2, ETA ha usado y usa cloratita, amonal y amosal. Para estas dos últimas, el compuesto químico básico es el nitrato amónico, común como fertilizante.
 
En los atentados del pasado verano en Cantabria, Asturias y Galicia se utilizó. También se hizo la semana pasada en las cinco gasolineras de Madrid.
 
En Francia, dos robos que suman más de una tonelada y media de este compuesto en mayo de 2004, siguen sin esclarecerse y sin relacionarse con el hecho de que ETA haya empleado nitrato amónico en una veintena de atentados recientes. En todos ellos se han usado pequeñas cantidades que, sin embargo, han causado destrozos.
 
Nitrato amónico y barras de aluminio: amonal
 
A mediados de mayo de 2004 se producía el primer robo. Más de media tonelada. El fertilizante estaba almacenado en los muelles del puerto de Honfleur y desapareció durante el puente de Pascua, sin que nadie se diera cuenta. Además del saco de nitrato amónico fueron robados otros materiales en el muelle de Honfleur, incluidas barras de aluminio, señalaron las fuentes de la lucha antiterrorista en Francia. La desaparición del aluminio no es casual. El polvo de este metal se utiliza junto al nitrato amónico para la fabricación casera de amonal, un explosivo habitual de la banda terrorista ETA y también de Al Qaeda.
 
La investigación del robo, según fuentes policiales galas, se orientó a la delincuencia común. "Por ahora no existen indicios de que se trate de ETA", indicaron entonces dichas fuentes a la agencia Europa Press.
 
La siguiente desaparición fue de 700 kilos, en una granja del centro-este de Francia. El nitrato amónico fue robado en una granja de Léotaing, en el departamento de Haute Loire. Fuentes judiciales francesas informaron de que "no se privilegia ninguna pista y tampoco se excluye ninguna", al recordar que ETA en el pasado ha utilizado el nitrato amónico mezclado con otras sustancias para fabricar explosivos. En total, los ladrones de nitrato amónico se hicieron con más de 1.200 kilos.

Además del ejemplo del aluminio, mezclado con fuel, gasóleo u otras sustancias, el nitrato amónico puede ser un explosivo potente, como el utilizado en el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, en 1993, o en el de Oklahoma City, en 1995.

Otros ejemplos del potencial explosivo del “fertilizante”

La explosión accidental que en septiembre de 2001 destruyó la planta petroquímica AZF cerca de Toulouse y mató a una treintena de personas se produjo en un hangar donde estaban almacenados cientos de toneladas de nitrato amónico.
 
El 9 de marzo de 2004, un camión cargado de nitrato amónico ofreció un trágico ejemplo de lo que puede provocar este compuesto. El siniestro ocurrió sobre las 12.15 horas en el kilómetro 56 de la carretera N-234 que une la Comunidad Valenciana con Aragón, en una zona limítrofe entre la provincia de Castellón y Teruel.

El origen del suceso se debió al choque frontal entre el camión y un turismo, a consecuencia del cual quedó volcado fuera de la calzada el vehículo pesado, momento en el que se produjo el contacto entre el gasóleo y la carga de nitrato amónico, que tenía una concentración superior al 33 por ciento. La explosión, que se oyó a más de diez kilómetros de distancia, originó un socavón de unos cinco metros de diámetro y un incendio forestal con varios focos que afectó a una zona de matorral con algunos pinos.

Hubo dos muertos; el primero, el del conductor del coche. Poco después, se produjo la explosión que lanzó trozos de pavimento por los aires. Uno de ellas traspasó la cabina de un camión que había quedado inmovilizado por el corte de la calzada, causando la muerte de su conductor.

El entonces delegado del Gobierno en Valencia, Juan Cotino, indicó, en el mismo lugar de los hechos, que la explosión "ha causado bolas de fuego que han salido lanzadas hasta un kilómetro alrededor de la zona del accidente y han ocasionado hasta quince pequeños incendios".

 
 

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