Sin corbata y sacando pecho, el ministro de Fomento, José Blanco, ha comparecido este domingo para informar de los 162.000 pasajeros que han logrado coger su avión y hacer su viaje. Según ha señalado, hasta las 12:30 los aeropuertos españoles han efectuado un total de 1.500 operaciones. "Por lo tanto", ha dicho, "estamos restableciendo la normalidad y ahora toca hacer justicia".
Y es que esta ha sido el segundo mensaje importante que está intentando trasladar el Ejecutivo. Minutos antes insistía en lo mismo el ministro del Interior y vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una entrevista a Onda Cero. A primera hora, Rubalcaba hablaba de las "responsabilidades" que tendrán que asumir los controladores en la SER. Anoche, lo hacía Blanco en una entrevista concedida al diario El País y en diversas entrevistas a medios de comunicación en la tarde noche de este sábado.
El mensaje está claro para el Gobierno, todo el peso de la Ley caerá sobre los controladores que abandonaron "de forma irresponsable", ha dicho el ministro, su puesto de trabajo.
Para José Blanco, "el comportamiento altamente irresponsable de los controladores no puede quedar impune y AENA va a aplicar las sanciones oportunas". En este sentido, y "al margen de las actuaciones de la Fiscalía", ha anunciado que "ha abierto 442 expedientes disciplinarios de los cuales muchos de ellos ya han sido comunicados". "No vamos a permitir que suceda de nuevo", ha dicho.
Como Rubalcaba, Blanco ha negado que los militares y guardias civiles obligaran "a punta de pistola" a los controladores a ejercer su trabajo. Según ha dicho "que tengan pistola es obvio" pero no que la usen para coaccionar a los controladores a operar aviones.
Blanco ha dicho en su comparecencia que en el turno de la noche se han presentado a sus centros de trabajo el 96% de los controladores y que en el turno de esta mañana lo ha hecho el 97%, "y los que no han acudido lo han hecho por causa justificada"
En este sentido, el vicepresidente primero del Gobierno, en Onda Cero, ha concluido que "quien le echa un pulso al Estado, pierde". Rubalcaba justificó que el estado de alarma "había que hacerlo" porque "no puede ser que periódicamente se eche un pulso al Estado sin que el Estado responda", ha subrayado el vicepresidente, quien ha dejado claro que la "irresponsabilidad" y la "tropelía" de los controladores "no les van a salir gratis".
Rubalcaba calculó un plazo de 48 horas para recuperar la normalidad en los aeropuertos españoles y dijo que los controladores militares están preparados para controlar una parte del tráfico aéreo, pero no todo.
Negociaciones con los sindicatos
Preguntado por si habrá o no negociaciones con el sindicato de los controladores USCA, Blanco ha aclarado que mientras el estado de alarma siga vigente "no se va a producir ningún tipo de negociación". Sobre los anuncios de otros sindicatos contrarios a la privatización de AENA que se solidarizan con los controladores, Blanco ha confiado en que "compatibilicen ese derecho a huelga con el interés general de los ciudadanos".
En relación con el SEPLA, "vamos a seguir manteniendo otro encuentro tratando de buscar un acercamiento entre la posición de las compañías aéreas y la posición de los pilotos", según Blanco. Aunque se ha mostrado convencido de que "desconvocarán la huelga". Una negociación que "haremos cuando concluya el estado de alarma".