LD (Ángela Martialay) El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha evitado por todos los medios valorar la huelga, que casi alcanza al 50 por ciento de los jueces, y aseguró a los medios de comunicación que "en tanto no haya datos concretos omitiré valorar la huelga".
En este sentido, Bermejo subrayó que lo único que ocurre es que existe "un grupo de jueces que han decidido hacer huelga a pesar de la opinión del órgano de los jueces". De hecho, criticó al juez decano de Madrid y dijo que se ha situado "en esta línea y ha aprovechado su cargo para las posiciones reivindicativas". Además, el ministro ha arremetido contra los jueces decanos a los que ha acusado de "ejercer una función que no le corresponde".
Para ello, respondió a las acusaciones de la falta de dialogo del ministro y afirmó que "desde antes de iniciarse el conflicto, hemos dialogado con las asociaciones. Pero aclaró que sólo hablaría con aquellos que tienen constitucionalmente poder para hacerlo y con "quien legalmente tiene encomendada la representación de los jueces".
El político socialista sí se mostró favorable a realizar una ley que prohíba las huelgas de los jueces porque, a su juicio, "un órgano del Estado no puede hacer huelga". Es más, dijo que habrá que legislar para que puedan reivindicar sus derechos pero siempre sin poder realizar paros.
Asimismo, Bermejo ha reconocido que son necesarias las mejoras en la Administración de Justicia aunque ha subrayado que "también se escuchan muchas tonterías". Para el ministro que los jueces reivindiquen que se duplique el número de magistrados en un plazo de 5 años "es un disparate muy bueno".