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El País llama "mentiroso y lenguaraz" a Losantos en su editorial "Sin derecho al insulto"

El País aplaude con entusiasmo la sentencia que condena a Federico Jiménez Losantos a indemnizar a José Antonio Zarzalejos con 100.000 euros. En su editorial "Sin derecho a insultar", trata de simular una argumentación jurídica sobre el fallo, pero cuando se refiere a Jiménez Losantos como "este locutor mentiroso y lenguaraz" deja clara la verdadera doctrina de Prisa: "Aquí sólo insultamos nosotros".

L D (Raúl Vilas) Esta vez El País no esperó un día, como suele ser habitual, para impartir doctrina a sus lectores en sus editoriales. Hay cuestiones que en esa casa no necesitan mucha reflexión. En las mismas páginas que hace una semana se llamaba "juez delincuente" a Gómez de Liaño, después de que el Tribunal de Estrasburgo sentenciase por unanimidad que no había tenido un juicio justo ni imparcial, publica el diario un editorial titulado "Sin derecho al insulto".
 
El editorialista prisaico hace un esfuerzo por enmascarar la consigna bajo una aparente reflexión jurídica. Nos instruye con argumentos como que en las dos sentencias –la de Gallardón y la de Zarzalejos– hay una "aclaración sobre los derechos constitucionales: el de insultar no está protegido por la Ley Fundamental. La libertad de expresión, como cualquier otra, no es absoluta y puede entrar en colisión con otras libertades y derechos, que a veces deben prevalecer por ser mayor el bien que debe protegerse. Función de los jueces es determinar en el caso por caso cuál de las libertades y derechos constitucionalmente protegidos debe imponerse".
 
Según el periódico de Juan Luis Cebrián "la prevalencia de la libertad de expresión exige varios requisitos: el interés general, la veracidad y el carácter no injurioso de la declaración que se juzga". Claro que no que no aclara es que criterios objetivos se pueden aplicar para determinar la veracidad de una información. En el arranque del escrito ya se percibe cierta animadversión hacia Federico Jiménez Losantos que no sabemos si para el sesudo editorialista cumplirá con los estándares de veracidad que exige al director de La Mañana: "Los jueces están devolviendo a Federico Jiménez Losantos, en forma de sentencias condenatorias, el caudal de insultos, falacias y calumnias que este locutor a sueldo de la Conferencia Episcopal viene vertiendo cada mañana en su programa radiofónico en la COPE".
 
Pero cuando el tinglado se le viene abajo al autor de "Sin derecho al insulto" es en las últimas líneas: "Puede que sea cuestión personal del arzobispo de Madrid, el cardenal Rouco Varela, empeñado en apoyar a este locutor mentiroso y lenguaraz".

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