Belloch se suma a El País y dice que El Mundo encontró a Paesa por el "chivatazo" de un enemigo

(Libertad Digital) El alcalde de Zaragoza y ex ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, considera que, al haber prescrito la causa contra el espía Francisco Paesa, "es lógico que no hubiera un esfuerzo especial por parte de las policías en su persecución". Lo cierto es que hasta el pasado mes de marzo la Interpold buscaba a Paesa por ocultar el patrimonio de Luis Roldán.

En declaraciones a los medios, Juan Alberto Belloch se refirió a la localización de Paesa en Luxemburgo –con la identidad falsa del argentino Francisco Pando Sánchez– y su huida de este país, según publicó el diario El Mundo.

Belloch recalcó que los delincuentes que se fugan al extranjero "son muchísimo más difíciles de localizar de lo que habitualmente se cree" y recordó que él lo experimentó "de una manera clara y directa" con el ex director de la Guardia Civil Luis Roldán, según informa EFE. "Yo sé lo que me costó localizarlo y poderlo poner a disposición de los tribunales", añadió Belloch, que no dudó en sacar a colación los casos "mucho más terribles" de los últimos tiempos de grandes terroristas, que "Estados Unidos, con todo su equipo técnico, no es capaz de localizar".

No obstante, apuntó que si lo han encontrado unos periodistas "se les puede felicitar", pero insistió en que "no es nada fácil, y lo normal, cuando se encuentra a alguien, es porque ha habido alguien que ha dado esa información", normalmente de algún adversario. Si no es por un "chivatazo puro y duro", agregó, "es raro encontrar a este tipo de personajes", que además, como en este caso, "son expertos en estos temas".

 

El ex ministro, que pagó 300 millones de pesetas a Paesa a cambio de la entrega de Roldán, se suma así a la tesis difundida este martes por el diario El País, el mismo periódico que en julio de 1998 publicó la inolvidable esquela de Paesa. El diario de Prisa cita a "fuentes judiciales y policiales" para dudar de la versión de El Mundo –encontró al muerto gracias a una agencia de detectives por encargo de un cliente extranjero– y lanzar "la hipótesis de que el cliente no es otro que Roldán o alguien cercano a él, ya que Paesa fue quien movió su botín".