L D (EFE) "El juez volvió a rechazar la entrega de Moreno y García a las autoridades españolas", confirmó a EFE la portavoz de la Fiscalía federal, Lieve Pellens.
Por su parte, según el abogado de la pareja, Paul Bekaert, "el juez consideró una vez más que los hechos por los que se les persigue en España ya han prescrito en Bélgica y que los Tribunales belgas son competentes para juzgar a mis clientes".
El abogado explicó que el juez dio dos razones por las que se puede decir que los tribunales belgas son competentes en este caso y no procede su entrega a la justicia española. En primer lugar, tienen la nacionalidad belga desde octubre de 2001 y, "si hay una comunicación oficial (por parte de España), un belga que cometió un delito en el extranjero puede ser juzgado en Bélgica" y según Bekaert, "ése es el caso". Además, la segunda razón es que "no existe ninguna denuncia de una víctima de la pareja (en España), por lo que los tribunales belgas automáticamente son competentes".
La Fiscalía federal dispone ahora de 24 horas para recurrir la decisión de la Cámara de Acusación, pero según Pellens, "por el momento no sabemos si existe algún argumento jurídico para presentar recurso ante el Tribunal de Casación de Bruselas" (Supremo).
La Cámara de Acusación del Tribunal de Justicia de Amberes examinó este miércoles el caso después de que el Tribunal de Casación decidiera trasladarlo de Bruselas a Amberes para estudiarlo de nuevo. Se trata de la cuarta vez que los dos colaboradores de ETA comparecen ante una Cámara de Acusación, y en las tres ocasiones anteriores la Cámara decidió no ejecutar la orden europea de entrega cursada por la Justicia española.
La pareja Moreno-García está acusada por la Justicia española de alojar en su domicilio, a comienzos de los noventa, en la localidad de Sopelana (Vizcaya), a los miembros del grupo "Vizcaya" Juan Ramón Rojo y Kepa Urra Guridi, quienes durante el tiempo que permanecieron en la casa supuestamente cometieron dos asesinatos.
Bélgica concedió en 1995 el asilo a Moreno y García, pero poco después fueron detenidos por la policía de este país. Fueron puestos en libertad en 1996, inmediatamente después de que el Consejo de Estado belga dictaminara la suspensión de su extradición, lo que originó serias tensiones entre Madrid y Bruselas.
Por su parte, según el abogado de la pareja, Paul Bekaert, "el juez consideró una vez más que los hechos por los que se les persigue en España ya han prescrito en Bélgica y que los Tribunales belgas son competentes para juzgar a mis clientes".
El abogado explicó que el juez dio dos razones por las que se puede decir que los tribunales belgas son competentes en este caso y no procede su entrega a la justicia española. En primer lugar, tienen la nacionalidad belga desde octubre de 2001 y, "si hay una comunicación oficial (por parte de España), un belga que cometió un delito en el extranjero puede ser juzgado en Bélgica" y según Bekaert, "ése es el caso". Además, la segunda razón es que "no existe ninguna denuncia de una víctima de la pareja (en España), por lo que los tribunales belgas automáticamente son competentes".
La Fiscalía federal dispone ahora de 24 horas para recurrir la decisión de la Cámara de Acusación, pero según Pellens, "por el momento no sabemos si existe algún argumento jurídico para presentar recurso ante el Tribunal de Casación de Bruselas" (Supremo).
La Cámara de Acusación del Tribunal de Justicia de Amberes examinó este miércoles el caso después de que el Tribunal de Casación decidiera trasladarlo de Bruselas a Amberes para estudiarlo de nuevo. Se trata de la cuarta vez que los dos colaboradores de ETA comparecen ante una Cámara de Acusación, y en las tres ocasiones anteriores la Cámara decidió no ejecutar la orden europea de entrega cursada por la Justicia española.
La pareja Moreno-García está acusada por la Justicia española de alojar en su domicilio, a comienzos de los noventa, en la localidad de Sopelana (Vizcaya), a los miembros del grupo "Vizcaya" Juan Ramón Rojo y Kepa Urra Guridi, quienes durante el tiempo que permanecieron en la casa supuestamente cometieron dos asesinatos.
Bélgica concedió en 1995 el asilo a Moreno y García, pero poco después fueron detenidos por la policía de este país. Fueron puestos en libertad en 1996, inmediatamente después de que el Consejo de Estado belga dictaminara la suspensión de su extradición, lo que originó serias tensiones entre Madrid y Bruselas.