(Libertad Digital) El diario Gara, el habitual altavoz mediático que utiliza ETA, volvió este jueves a entregar una nuevo fascículo de sus serial de filtraciones de la banda terrorista y su entorno. Esta vez, se trata de la vigencia del consenso político que alcanzaron Batasuna, PSE y PNV durante las conversaciones que mantuvieron en el monasterio de Loyola (Guipúzcoa), de forma paralela a las que mantenía el Gobierno con ETA fuera de España, y que califican como "campamento base", por el "consenso sin precedentes" que supuso.
Este "campamento base" serviría para reiniciar un nuevo proceso de negociación con la banda terrorista si el Ejecutivo Zapatero venciese en las próximas elecciones generales que se celebrarán el nueve de marzo y destacan que "no habría que empezar desde cero" como en otras ocasiones.
Según dice el diario, las tres formaciones políticas habían llegado a un acuerdo para la creación de "un órgano institucional común" entre Navarra y el País Vasco que "tendrá las atribuciones ejecutivas y de propuesta legislativa en el marco competencial que se acuerde, de conformidad con el ordenamiento jurídico". Este órgano sería el encargado de elaborar "un Estatuto de Autonomía para los territorios de Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra en un plazo no superior a dos años desde su constitución. Dicho Estatuto deberá de ser refrendado por la mayoría de la ciudadanía de cada ámbito". El plazo para la elaboración de ese nuevo marco político –dos años– sería negociable.
El estancamiento de esta negociación llegó a la hora de concretar algunos términos, como la exigencia del brazo político de ETA de que se incluyese que la nueva unión política del País Vasco y Navarra podía finalizar con la independencia del nuevo ente político creado. "PSOE y PNV, que hasta entonces habían afirmado estar en disposición de cerrar este acuerdo político que habría resuelto el conflicto, decidieron echarse para atrás", según dice el diario. "El PSOE se levantó de la mesa alegando que las concreciones propuestas por la delegación liderada por Arnaldo Otegi superaban los márgenes de la Constitución española (aunque en realidad suponían un mero desarrollo de lo ya consensuado, no un salto cualitativo)". También dice que el PNV no justificó su decisión de levantarse de la mesa de negociación tras esta solicitud de concreción de Batasuna.
Roto el consenso negociador, el diario Gara cuenta así el punto y final de la negociación: "El proceso de búsqueda de un acuerdo resolutivo queda en punto muerto tras decenas y decenas de horas de debate, colofón a una dinámica de diálogo político Batasuna-PSOE con cinco años de recorrido". De este modo, vuelve a hacer alusión, como ya desveló el propio altavoz habitual de ETA hace unos meses, a que los primeros contactos negociadores entre PSOE y Batasuna comenzaron en 2003, con José María Aznar como presidente del Gobierno y con la formación socialista como integrante del Pacto contra el Terrorismo y por las Libertades.
También hace alusión a cómo se encuentra la situación en la actualidad: "El resto de los acontecimientos es bien conocido. Los intentos posteriores, sobre todo el realizado simultáneamente por Batasuna-PSOE, por un lado, y Gobierno español-ETA, por otro, no traen novedades significativas. Puede entenderse que el borrador de Loyola queda como una especie de “campamento base” a la espera de definición jurídico-política que posibilite alcanzar por fin la cumbre de la resolución definitiva del conflicto".