La asociación Voces contra el Terrorismo reactivó la denominada rebelión cívica el domingo seis de noviembre de 2010. Entonces, miles de personas desbordaron la madrileña plaza de Colón y clamaron contra la negociación encubierta que, según denunciaron, protagonizan el Gobierno y la banda terrorista ETA.
El cinco de febrero del presente año, ya con la marca Sortu encima de la mesa, las víctimas volvieron a salir a la calle llamadas por Francisco José Alcaraz, y fueron decenas de miles los asistentes a la manifestación.
Dos citas, convocadas por las víctimas, que no contaron con la adhesión de ninguna formación política, tampoco del PP, que se lavó las manos aduciendo que cualquier dirigente podría haber asistido a título personal.
El caso de la primera convocatoria fue más llamativo que el segundo, en el que destacados pesos pesados como Jaime Mayor Oreja o Esperanza Aguirre sí que participaron. "Visto lo visto, lo del bar Faisán, lo que prepara ETA-Batasuna, había que estar aquí", explicó la presidenta regional, en declaraciones a LDTV.
Ahora, todas las asociaciones de víctimas -encabezadas por la AVT- han decidido salir a la calle el nueve de abril como medida preventiva a fin de que Sortu no se cuele en las instituciones. Una manifestación que cuenta con la adhesión de los populares, según anunció María Dolores de Cospedal.
Un apoyo con el que el PP quiere dar la imagen de que nunca se alejó de las víctimas, obviando por completo las protestas de noviembre y febrero. "Siempre estamos en las manifestaciones de las víctimas", defendió Antonio Basagoiti, en declaraciones a TVE, recalcando que "todas las desconfianzas son racionales".
"Querían un acto sin políticos, no entraron en contacto conmigo", se excusó el presidente del PP vasco, el veinticuatro de noviembre del pasado año, preguntado por los motivos por los que no fue a la concentración de Colón. Una razón que desmontaban desde la anterior directiva de la AVT, que explicó que las asociaciones de víctimas nunca se ponen en contacto con las formaciones políticas, sino al contrario.
Así ha vuelto a ocurrir en esta ocasión. Basagoiti, tras reunirse con su equipo, anunció la semana pasada que mandará una delegación que él mismo encabezará. Cospedal, una vez concluyó el Comité de Dirección que presidente Mariano Rajoy, informó de la adhesión del partido a nivel nacional, y auguró una presencia de importantes dirigentes.
En ambas directivas reconocen que no explicaron bien "las razones" por las que no estuvieron entonces y sí estarán ahora. Por ello, la consigna es hacer como si las convocatorias de Alcaraz "no hubieran existido", desvela un miembro de la cúpula nacional. "Siempre hemos estado del lado de las víctimas y nuestra política contra ETA es firme y sin ambigüedades. Y eso nadie lo puede poner en duda", afirman desde Génova.
Soraya, a priori, no estará en la marcha
Sin embargo, lo cierto es que todavía hoy (y pese a que la convocatoria es de todas las agrupaciones) hay voces en el PP que se muestran disconformes con la asistencia; creen que dicha foto no les conviene electoralmente.
Preguntada por si acudirá a la marcha, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, dejó entrever que no lo hará por motivos de agenda. Tiene concertado otro acto en el municipio de Lepe ese mismo día, según su equipo. Ahora bien, "donde manda patrón, no manda marinero", vino a decir la número tres de los populares.