(Libertad Digital) Rafael Bardají, director de Política Internacional de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, dijo en una entrevista concedida al programa La Mañana de la COPE que en materia de política exterior existe una inconsistencia clara y una flagrante contradicción con los que se dice en España sobre las relaciones con EEUU, por un lado y por otro el papel de las fuerzas armadas en el extranjero.
Este Gobierno, precisó, se va moviendo como puede en una política exterior que tiene un único diseño: "que no se haga nada, que España no tenga que decidir o tomar responsabilidades internacionales. Tenemos prácticamente contratada nuestra política exterior europea a París; en el Magreb dependemos del capricho o deseo de Mohamed VI o todo lo que pueda hacer Moratinos en la zona. En Latinoamérica, del expansionismo y populismo y el indigenismo que se está creando en la zona".
Bardají subrayó que el asunto de la fragata "Álvaro de Bazán" es un "asunto grave porque es inconsistente con los planteamientos del Ministro de Defensa, José Bono, que mantiene que una acción exterior tiene que ser debatida y aprobada en el Congreso. Eso no se ha hecho en esta misión."
Añadió, por otra parte, que aunque las autoridades españoles insistan en decir que el buque español no participó en acciones ofensivas, Bardají destacó que ese punto se puede matizar porque, "de acuerdo, la fragata no es sistema que esté caracterizado con elementos que puedan atacar a tierra; no ha podido realizar acciones ofensivas. Pero esto es como un pinche de cocina y un cocinero: sin el pinche no hay plato preparado. La fragata estaba plenamente integrada con sus sistema de radar, de defensa aérea, de defensa antimisil en el grupo de combate. Por lo tanto, estaba contribuyendo en las acciones de ese grupo de combate sean cuales fueran".
El analista de Faes destacó que en el caso, no hay, "al menos, transparencia de información; sino engaño, lo que ha habido es ocultación y en la medida de que en no lo aclaren habrá engaño. Desde luego, no cabe la menor duda de que la fragata ha estado integrado en un grupo de combate". Bardají mencionó que si fueran por razones practicas de entrenamiento, "pudieran haber elegido cualquier otra zona en el mundo: el Pacífico o el Atlántico, que no estuviera en una zona de combate".
Insistió en que ha habido engaño de planteamiento por parte del Ministerio de Defensa sobre una misión que inicialmente se aseguró que era un procedimiento de entrenamiento y que, al final, "yo tiendo a creer que es, más bien, un `caramelito´ que se dio al Pentágono dado que José Bono quiere mantener unas relaciones privilegiadas con EEUU".
A pesar de la rivalidad conocida entre los ministerios de Exteriores y Defensa, para Bardají es poco creíble que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero "no estuviera informado de lo que iba a hacer nuestra fragata" porque "al fin y al cabo es "el último responsable legal de la política de defensa".
En su opinión, dijo que la única palabra que puede definir el actual papel que España está realizando en política exterior es la de "ridículo" puesto que, "nos guste o no", al concluir el último Gobierno del Partido Popular nuestro país" ocupaba "un puesto entre los más importantes de las naciones, tanto en Europa como en el otro lado del Atlántico; era respetada". Ahora, dijo el analista, ha pasado a ser "menguante" por la urgencia de "querer sacarla de todas las cuestiones importantes de la vida internacional".