L D (Europa Press) La banda terrorista pretendía colocar un coche-bomba en la calle Satrústegi de la capital guipuzcoana, paralela a la playa de Ondarreta, o junto a una conocida discoteca donostiarra, y hacerla estallar al paso de alguno de los furgones llenos de policías que cubren partidos de fútbol o manifestaciones.
En un comunicado, Interior puntualiza que tuvo conocimiento el pasado viernes, día 5 de agosto, de los planes de la organización terrorista y que lo comunicó a los agentes de servicio de la capital guipuzcoana "de manera inmediata". De esta forma, indica que "mantiene su política de informar puntualmente a todas las personas que aparecen como posibles objetivos en la documentación que se incauta a la organización terrorista".
En este sentido, señala que "no caben, por tanto, interpretaciones sobre supuestas intencionalidades al dar la información a los agentes en un momento u otro, pues la información se facilitó a los interesados apenas fue recibida, en menos de veinticuatro horas". Asimismo, recuerda que el Departamento "tiene establecidas desde hace varios años pautas de actuación en todas las facetas del trabajo de la Ertzaintza, incluidas las patrullas de seguridad ciudadana, diseñadas para minimizar los riesgos ante posibles atentados como el previsto por ETA".
"Dichas pautas han sido puestas en marcha en colaboración con los propios sindicatos de la Ertzaintza, atendiendo en todo momento a sus indicaciones y sugerencias, y han sido reforzadas con una notable inversión presupuestaria en materiales de seguridad, como vehículos blindados, que han mejorado sensiblemente la seguridad de los ertzainas en su trabajo", añade.
La Consejería dirigida por Javier Balza indica que, "además de facilitar a los agentes de la Ertzaintza toda la información intervenida a ETA que atañe a su seguridad, recuerda de manera constante a los ertzainas que siguen siendo un objetivo prioritario de la organización terrorista, por lo que deben mantener en todo momento las precauciones necesarias, tanto en su trabajo como en sus rutinas diarias".
La información fue incautada a ETA en 2003
La información sobre los planes de atentar contra ETA fue intervenida por la Gendarmería francesa en la detención de Ainhoa García Montero "Laia", la terrorista arrestada en mayo de 2003, cuando salía acompañada de una vivienda en Saintes, cien kilómetros al Norte de Burdeos.
Dentro de los documentos incautados en soporte informático, figura un texto bajo el título "La furgoneta de los zipaios", en la que se plantea la posibilidad de atentar contra la policía vasca. El archivo se encontraba encriptado y ha requerido un largo proceso de análisis hasta que los investigadores galos, con ayuda de expertos españoles, han conseguido descifrarlo.