En Génova 13 no disimulan su frustración. Un destacado marianista reconoce que la estampa de María San Gil, José Antonio Ortega Lara y Eduardo Zaplana -entre otros- arropando a Santiago Abascal en su desayuno informativo "irritó" a la actual dirección del PP, reunida a tan sólo tres kilómetros de distancia en un acto de similares características para acompañar a Ana Pastor.
"Santi no es absolutamente nada, no entiendo por qué le habéis dado tanto bombo", apunta, no sin resignación, el citado dirigente del PP. La propia Pastor lo decía todo con su cara al ser preguntada por los periodistas en el Congreso de los Diputados.
Una estampa que, para colmo de males, se volvía a repetir sólo veinticuatro horas, pero con José María Aznar como maestro de ceremonias.
El ex presidente del Gobierno entregó al Rey el premio "FAES de la Libertad" y al acto se acercaron buena parte de quienes conformaron sus gobiernos. Allí estuvieron Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes, Eduardo Serra, Isabel Tocino, Rafael Arias Salgado, Pío Cabanillas, Ana Palacio, Abel Matutes, Romay Beccaria, Federico Trillo o Juan José Lucas, entre otros.
La imagen no debió gustar en exceso a María Dolores de Cospedal, que abandonó deprisa y corriendo el recinto escudándose en problemas de agenda. Rajoy y el resto de la cúpula del PP tenían excusa; a esa misma hora se debatía en la Cámara Baja la nueva Ley de Economía Sostenible.
Todo un alivio para el líder del PP, según fuentes consultadas. "Lo menos que le apetecía era tener que acudir a un sitio dónde no le querían ver ni en pintura", resume gráficamente un diputado asistente a la entrega de premios.
La respuesta del PP ante una "encrucijada histórica"
Sin embargo, para quiénes no están de acuerdo con la línea actual del PP, tanto el acto de Abascal como el de Aznar supusieron "un gran alivio" al comprobar que "todavía somos muchos los que pensamos que el PP tiene que dar una respuesta a la altura de la encrucijada histórica en la que nos encontramos".
Los corrillos fueron intensos. "Hablamos de todo, aunque en general coincidimos en que es necesario impulsar una profunda reforma; la crisis no sólo es económica, también institucional", resume un parlamentario asistente a ambos actos.
Otro añade que lo vivido "no fue nostalgia" aunque sí lamentó que figuras de la talla de María San Gil hayan quedado "apartadas de la dirección del PP". "Tendría que ser un referente activo del partido, está clarísimo, es muy necesaria", sentenció. Sin embargo, la ex presidenta del PP vasco le informó, como también a Libertad Digital, que no está en su intención regresar a la política activa.
"No solo basta con ganar las elecciones, tenemos que tener un discurso, un mensaje que ilusione a la gente", continúa, en clara consonancia tanto con Abascal como con Alejo Vidal Quadras e Ignacio González, que la semana pasada mostraron su disconformidad con la línea liderada por Mariano Rajoy.
Dos días intensos a nivel interno tras los cuales, concluye un crítico, "quienes pensamos que hay un PP mejor tendremos que volver a la cueva".