La semana pasada entre 180 y 200 inspectores de Hacienda irrumpieron en la sede de Clarín para registrar el edificio sin previo aviso y en un operativo inusual por su magnitud, que el vicepresidente del rotativo, Julio Cobos, calificó de "intimidatorio".
Por otro lado, el Congreso argentino está tramitando una nueva ley de medios de comunicación, que según sus críticos supone un mayor control del Estado sobre el sector y sobre la que algunos opina que el objetivo principal es golpear al poderoso conglomerado mediático Grupo Clarín.
En su visita, Aznar fue recibido por el presidente del Grupo Clarín, Héctor Magneto, a quien trasladó su preocupación por las consecuencias de la nueva ley. "No conozco ninguna democracia sin que se respete la libertad de expresión. Y el Estado no debe controlar y mermar la libertad de expresión sino garantizar el marco jurídico y su desarrollo en las mejores condiciones", dijo Aznar, según un comunicado de FAES.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, mantienen una feroz pelea con el Grupo Clarín desde que sus medios informativos cubrieron de manera crítica la forma en que el Gobierno gestionó una disputa con el sector agropecuario.
En Argentina, la última parada en una gira de una semana que ha incluido Colombia y Chile, Aznar presentó su libro España puede salir de la crisis, en la Casa de Madrid en Buenos Aires, ante un centenar de españoles residentes allí y junto a Álvaro Vargas Llosa.